Scalando : Misioneros Redentoristas

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Diciembre del 2006

 

Solemnidad de Santa María, Madre de Dios - Ciclo C

Enlace permanente 29 de Diciembre, 2006, 21:39

Moniciones para a Misa

Por Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

Tiempo de Navidad

Solemnidad Santa María, Madre de Dios

1 de enero de 2007

Monición de entrada:

Buenos días, (tardes, noches) hermanos en Cristo, nuestro Redentor. La mujer está en la trama de la historia de la salvación. Lo mismo que la mujer ocupa un lugar central y único en la existencia de los humanos -- la madre, la esposa, la hija, la hermana, la novia, la compañera -- así también en la historia de Dios ella tiene un lugar irreemplazable. Dios actúa a través de las realidades concretas que él ha creado, desde ellas y en ellas, encarnándose en el mundo real. Por eso, para la llegada del Mesías, la mujer abrirá la puerta sellada, la puerta de los tiempos mesiánicos. La acción de la mujer en la historia santa es absolutamente personal. Reposa sobre un acto de fe, de confianza, de intrepidez. No es meramente biológica, no se reduce a la gestación. No es una colaboración meramente pasiva, sino activa. Recibamos de pie y cantando con entusiasmo a los ministros de esta celebración.

Primera lectura: Números 6, 22-27 (El Señor te bendiga con la Paz)

La primera lectura, tomada del libro de los Números, señala una función del sacerdocio: bendecir, interceder y poner el nombre de Dios sobre la asamblea. Dios es la fuente de toda bendición, y ésta abarca todo bien material o espiritual, que siempre es signo del favor de Dios, de su protección, gracia y paz. Escuchemos con atención.

Segunda lectura: Gal. 4: 4-7 (Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer)

En su carta a los gálatas san Pablo escribe que Cristo intervino totalmente en la historia humana. Dios Padre envió a su Hijo para que podamos ser hijos de Dios. Cristo Jesús nació de una mujer para liberarnos y salvarnos. Escuchemos con atención este breve texto en donde Pablo habla de la Virgen María.

Tercera lectura: Lucas 2, 16-21 (A los ocho días le pusieron por nombre Jesús)

El Evangelista san Lucas nos enseña la actitud del buen cristiano, una vez acepta el nacimiento de Jesús en su corazón. Irá de prisa al templo, donde encontrará a Jesús y a María a su lado. De pie, por favor, para entonar el Aleluya.

Oración Universal

Por la Iglesia, que peregrina por este mundo en el transcurso de los siglos hasta el gran Día de Jesucristo; para que realice fielmente su misión, roguemos al Señor.

Por todas las naciones; para que, superando la guerra y toda clase de violencia, pongan sus riquezas en común, al servicio de la gran familia humana, roguemos al Señor.

Por nuestra patria, por el rey y su gobierno, por todos los ciudadanos; para que procuremos todos con la mayor generosidad de ánimo lo que conviene al bien común, roguemos al Señor.

Por los que trabajan por la paz, la reconciliación de todos, el reconocimiento de los derechos humanos; para que sus esfuerzos no sean en vano, roguemos al Señor.

Por nuestra ciudad (nuestro pueblo) y por nosotros, aquí reunidos; para que el año que comenzamos sea para todos año de bienes, año de gracia, roguemos al Señor.

Exhortación final

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada domingo, San Pablo, España, 1993, p. 434)

¡Bendito seas, Dios nuestro! Por medio de Santa María

Llegó a nuestra tierra atormentada la aurora de tu paz.

“Hoy nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado:

Lleva al hombro el principado, y su nombre es:

Maravilla de Consejero, Padre perpetuo, Príncipe de la paz,

Para dilatar el principado con una paz sin límite”.

Por todo tu amor a lo largo del año que ha pasado

Y por tantas cosas como nos diste en la vida: ¡gracias, Señor!

Al comienzo del nuevo año ilumina tu rostro sobre nosotros,

Y concédenos tu favor para cada uno de sus 365 días.

Santa María, Madre de Dios y Reina de la paz, ruega por nosotros.

Amén.

Preguntas, comentarios y agradecimiento a: Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

Todo el material de esta publicación está libre de restricciones de derechos de autor y puede copiarse, reproducirse o duplicarse sin permiso alguno.  Sólo tiene que hacer una oración por las vocaciones redentoristas del Caribe: http://www.scalando.com/Conectate.htm

Navidad es Navidad

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Dos bebes en un pesebre

El Arbol de la Navidad

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Moniciones para la fiesta de la Sagrada Familia Ciclo C

Enlace permanente 28 de Diciembre, 2006, 10:13

Moniciones para a Misa

Por Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

 

Tiempo de Navidad

 

Domingo Infraoctava de Navidad: Sagrada Familia – Ciclo C

31 de diciembre de 2006

 

Monición de entrada:

 

¡Felicidades a todos en este día de la Sagrada Familia! Durante esta preciosa temporada de Navidad, la iglesia nos invita a fijar nuestra atención en la escuela humana del amor: La Familia. Las lecturas nos describen las características que debe tener toda familia cristiana. El Evangelio nos recuerda que la Sagrada Familia no estuvo libre de dolor. La sagrada Familia tuvo problemas, entre otros, el   tener que abandonar su país. De regreso, como acostumbraban, caminaban cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Este relato de la niñez de Cristo nos inspira obediencia y piedad filial. Esta fiesta nos describen las virtudes que deben estar presentes en toda familia cristiana. De pie para recibir la procesión de entrada, mientras cantamos.

 

Primera lectura: Eclesiástico 3, 3-7.14-17a (El que teme al Señor honra a sus padres)

 

La primera lectura nos presenta un comentario sobre el cuarto mandamiento de Dios. Se subraya el agradecimiento humano y religioso que los hijos deben tener a sus padres y los efectos religiosos y humanos para los que honran a sus padres. Escuchemos con atención.

 

Segunda lectura: Colosenses 3, 12-21 (La vida de familia vivida en el Señor)

 

Como a pueblo de Dios, San Pablo nos exhorta a manifestar a todos "la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión, el amor y la paz de Cristo." Él nos dio ejemplo y, también la gracia para poder practicar estas virtudes en nuestra familia.Pongamos a atención a este pasaje de la carta a los Colosenses.

 

Tercera lectura: Lucas 2, 41-52 (El niño Jesús perdido y hallado en el templo)

 

Jesús aparece en dependencia de sus padres, en obediencia a ellos. La naturaleza humana y divina de Jesús caracteriza sus relaciones filiales con sus padres y con el Padre celestial. La peregrinación de Jesús a Jerusalén y su búsqueda en el Templo está dentro de la obediencia a la ley del padre celestial. María y José no comprendieron los que sucedía ni la actitud de Jesús.  María conservaba todas estas cosas en su corazón. La sagrada familia creció en su dedicación a Dios y es un ejemplo para nosotros. De pie por favor, cantemos el Aleluya, para luego escuchar la Buena Noticia.

 

Oración Universal:

  1. Por la Iglesia, para que unida como una gran familia avance por el camino de la unión de todos los cristianos, roguemos al Señor.

  2. Por todas las familias cristianas, para que den testimonio de unidad y solidaridad, roguemos al Señor.

  3. Por las familias separadas o donde hay conflictos, para que experimenten sanación y reconciliación, roguemos al Señor.

  4. Por todos los que están sin familia; huérfanos, ancianos solos, para que encuentren en nosotros alguien que les proporcione el amor que necesitan, roguemos al Señor.

  5. Por las familias de nuestras comunidades y parroquia, para que de ellas surjan los matrimonios sólidos y las vocaciones que necesitan nuestro mundo y la Iglesia de hoy, roguemos al Señor.
  6. Por  todos nosotros los que nos reunimos al rededor del altar, para que como hijos de Dios que somos, estemos cada día más unidos a Jesucristo, roguemos al Señor.

 

 

Exhortación Final

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 431)

 

Padre nuestro del cielo, de quien toma nombre

toda paternidad en el cielo y en la tierra, te bendecimos hoy

por el ejemplo admirable de la Sagrada Familia de Nazaret.

En ella Cristo, tu Hijo, aprendió la obediencia y el trabajo,

mientras María y José se afanaban en la labor de cada día

 

Haz que imitemos sus virtudes domésticas y su unión de amor.

Que nuestras familias testimonien esperanza y solidaridad.

Bendice nuestros hogares en sus gozos, esperanza y angustias;

concede a padres e hijos sensibilidad para apreciar los valores,

y despierta, consolida y alienta en las nuevas generaciones

la ilusión y el esfuerzo decidido por un futuro mejor.

 

Amén.

 

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Preguntas, comentarios y agradecimiento a: Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

 

¡Feliz Navidad!:

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Homilía para hoy

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Homilía para la fiesta de la Sagrada Mailia: 31 de diciembre de 2006

Enlace permanente 28 de Diciembre, 2006, 9:44

EN CAMINO

Tempo de Navidad, ciclo “C”

 

31 de diciembre de 2006, La Sagrada Familia

 

Autor: Neptalí Díaz Villán CSsR.                                 Fuente: www.scalando.com

 

-          1ra lect.: Ecl 3,3-7.14-17

-          Sal 127,1-5

-          2da lect.: Col 3,12-21

-          Evangelio: Lc 2,41-52

 

De Ben Sirac y Pablo

Ben Sirac, el autor del libro del Eclesiástico, dio a los hijos una serie de consejos para hacerse agradables a los ojos de Dios. Como es típico en la literatura sapiencial, aquí se hace un comentario del decálogo y una exhortación a vivirlo, particularmente el cuarto mandamiento: “honrar a padre y madre”.

Según Ben Sirac, el respeto y la veneración hacia los padres, es agradable a los ojos de Dios, que no dejará sin recompensa a quien trate así a sus padres. Algún día los hijos crecerán y, si honraron a sus padres, serán también honrados por sus propios hijos. Con el tiempo las fuerzas se acaban, el cuerpo y las neuronas se cansan. ¡Los radicales libres no perdonan! El ser humano pierde la lucidez y la destreza. Los padres cuando llegan a la vejez empiezan a caminar lento y se olvidan hasta de tomar la pastilla para la memoria. No concuerdan bien sus ideas y se sienten abandonados, inútiles e ignorados. Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo desampares mientras dure tu vida. Aunque pierda su lucidez, sé comprensivo con él, no le faltes al respeto mientras viva.”

De todas maneras las exhortaciones de Ben Sirac, nos dejan un vacío porque no dice nada acerca de los padres y sus deberes para formar buenos hijos. Pablo hace alguna referencia importante.

Primero hace una exhortación a vivir de acuerdo a las costumbres de la cultura patriarcal y esclavista en la cual vivió. Si queremos comprender a Pablo y aprender algo válido para nuestra vivencia cristiana de hoy, debemos tener en cuenta su contexto socio-histórico. En la cultura en la cual Pablo vivió, las mujeres debían someterse a sus maridos, los hijos debían obedecer a sus padres y los esclavos a sus amos. Y él no mueve un dedo para cambiar eso. Sería muy prematuro pedirle a Pablo un manifiesto feminista, una declaración universal de los derechos de los niños o la exigencia de dar libertad a los esclavos.

Los cambios históricos no se dan de la noche a la mañana. Como un niño, los cambios históricos necesitan engendrarse, gestarse con mucho cuidado en el vientre materno y, una vez nacidos, formarlos para que crezcan, se reproduzcan y vivan hasta que otro cambio sea necesario.

Lo que hace Pablo es aportarle a su cultura la experiencia de la comunidad cristiana. Hay algunos elementos que corresponden a la cultura de Pablo, y aplicarlos no sólo sería un desfase histórico sino que iría en contra del mismo evangelio. Hoy, como sociedad hemos avanzado en la equidad de género y no podríamos decirle a una mujer que se someta a su marido. No podríamos decirle a un niño que obedezca en todo a sus padres, sin antes verificar qué clase de padres tiene. Hemos conocido a padres que mandan a sus hijos a robar, a pedir limosna o, en el peor de los casos, que los venden como objetos sexuales. El tiempo de la esclavitud, al menos en teoría, ya pasó. Hoy no podríamos decirle a un trabajador que obedezca en todo a su patrón y que vea en él la autoridad divina, sabiendo que hay patrones déspotas e injustos. Estos elementos en esta carta de Pablo, pertenecen a su cultura agraria, patriarcal, esclavista y androcéntrica (centrada en el varón), y no podríamos aplicarlos a nuestra vida cristiana de hoy.

Aunque Pablo no toca el modelo de sociedad, podemos rescatar su búsqueda para evitar la injusticia y el maltrato, y su deseo de construir la unidad en el amor. A los deberes que ponía la sociedad a los súbditos (en este caso las esposas, los hijos y los amos), Pablo agrega unos deberes para quienes tenían la autoridad en ese momento. Los maridos debían amar a sus esposas y no amargarles la vida. Los padres no debían maltratar  a sus hijos porque los volvían apocados (los traumatizarían, dirían hoy). Los patrones debían dar lo justo y razonable a sus servidores, y recordar que también tenían un único Señor en el cielo.

Como vemos, hay muchos elementos de Pablo que siguen siendo válidos para nuestra vivencia cristiana. Por ejemplo, la invitación a sentirnos amados y elegidos por Dios, y a dejarnos santificar por Él. A que en nuestras relaciones interpersonales lo más importante sea la compasión, la benevolencia, la mansedumbre y la paciencia. A tolerarnos (aunque el texto habla de soportarse unos a otros, nosotros podríamos entender mejor la palabra tolerancia) y a perdonarnos mutuamente, así como el Señor nos ha perdonado.

El vestido es lo más visible en nosotros. Un vestido nos hace ver elegantes o andrajosos, agradables o desagradables. El vestido muestra nuestra personalidad y nuestro estado de ánimo. Si estamos de fiesta o de luto, si estamos en el trabajo, en la playa, en el campo o en la casa. Además del vestido real, simbólicamente a veces nos revestimos de mal humor, de malas palabras que generan enemistad y nos distancian como personas. Pablo nos invita a revestirnos del amor que crea la unidad perfecta. A que al entrar en contacto con el mundo exterior tengamos una buena imagen, un vestido amable, unos buenos modales y a que busquemos siempre formar un solo cuerpo, aunque tengamos diferencias. 

 

Las crisis

Recordamos, admiramos y aprendemos de la familia de Nazareth, no porque fue perfecta y sin problemas. De entrada tenemos que descartar toda levitación angelical de esta familia. Tampoco vamos a buscar en ella todas las respuestas a los interrogantes y solución a los problemas de hoy. El testimonio de esta familia suscita hoy en nosotros una reflexión, porque vivió con los pies sobre la tierra; porque asumió la vida contando con sus propias fuerzas y limitaciones humanas, y con la gracia de Dios.

No eran perfectos, desconocían muchas cosas, no comprendían todos los acontecimientos, como suele ocurrir en nuestras familias. Su hijo de 12 años pasaba de la niñez a la juventud, etapa en la cual los hijos empiezan a molestarse cuando los tratan como niños, y quieren despegarse de sus padres para ser libres como el viento. Los hijos descubren que sus padres no son dioses o superhéroes y empiezan a descubrir su humanidad limitada, sus errores y equivocaciones. Se molestan cuando los corrigen mucho y hasta dicen que sus padres son intensos, cansones y aburridos. Perciben claramente que pertenecen a otra época y tal vez se sientan incomprendidos, al igual que sus padres.

El adolescente Jesús vivió esa etapa. Él tampoco tenía todo el conocimiento del mundo, ni era sabio desde niño. El interés del evangelista al presentarlo a los 12 años dialogando en el templo no era mostrar su gran sabiduría sino enfatizar en su dedicación a las cosas de su Padre (tois tou patrós), desde temprana edad. Lucas no presenta a Jesús enseñando a los maestros sino escuchándolos y haciéndoles preguntas, es decir, aprendiendo. Desde niño era una persona que se interrogaba, se cuestionaba y vivía en actitud de búsqueda.

Lucas presenta a María (no sólo en este texto sino en los demás textos marianos), como la discípula por excelencia que busca a Jesús hasta encontrarlo. En este texto busca a Jesús en compañía de José, su esposo. Ellos son, en primer lugar, modelos de seguimiento a Jesús. Ojalá nosotros buscáramos a Jesús; su rastro, su camino y su persona, con la intensidad de estos esposos preocupados por la suerte de su hijo.

Vale la pena que reflexionemos también sobre la forma como enfrentamos las crisis en la familia, especialmente cuando vemos que nuestros hijos se nos pueden salir de las manos. María y José supusieron que el adolescente Jesús estaba en el grupo de los peregrinos y que sin duda allí, estaría bien. Tuvieron una suposición errada. Se equivocaron, no porque fueran malos sino porque sencillamente, no podían saber ni controlar todo. Muchas veces como padres nos equivocamos, no porque seamos malos sino sencillamente, porque somos humanos y es de humanos errar.

Afortunadamente el muchacho Jesús no estaba haciendo nada malo. Otros jóvenes no corren la misma suerte. Por el descuido de los padres o ante la imposibilidad de controlarlo todo, caen en el alcoholismo, en la drogadicción, en la prostitución o en algún otro camino tentador y destructor.

Ante las crisis, las familias toman varias posturas. A algunos padres no les interesa mucho que sus hijos se pierdan, porque viven ocupados en sus proyectos personales y no tienen tiempo. Otros se tornan agresivos, amenazan y muestran su autoridad por la fuerza. Otros, como María y José, se dan a la tarea de recuperar juntos a sus hijos; ponen todo su empeño, buscan ayuda, se esfuerzan y no descansan hasta encontrarlos.

Nos dice Lucas que al cabo de tres días encontraron al niño. Creer en Dios no nos garantiza la ausencia de problemas; pero si, con una fe robusta y una esperanza firme, nos esforzamos para buscar la solución, seguro la encontraremos. A Dios lo encontramos especialmente cuando caminamos siguiendo sus pasos. Él siempre actúa para salvarnos; si confiamos y trabajamos con método, vamos a ver la obra de Dios (al tercer día significa el tiempo en que dios actúa).

Una vez lo hallaron, hubo más un desencuentro que un encuentro. María le reclamó: “¿Por qué nos hiciste esto? Mira que tu padre y yo te estábamos buscando angustiados”. El mismo que causó gozo a Isabel y a su criatura cuando María los visitó, el mismo que causó gran alegría a sus padres y a los pastores con su nacimiento, se convirtió en ese momento en causa de angustia, porque pensaban que se les había perdido. La respuesta de Jesús no fue muy conciliadora. Empezaba a tomar distancia de su familia y descubría su propio camino. A sus padres les costó entender esto, pero mostraron respeto por el proceso que llevaba su hijo.

Los evangelios resaltan varias veces el silencio de María.  El silencio puede ser motivado por el miedo a hablar porque hay una amenaza previa. Puede ser una forma de protesta, como lo hizo Jesús con su silencio ante el Sumo Sacerdote, Herodes y Pilato, cuando lo juzgaron. Aquí María no guarda silencio por miedo o como protesta, sino como un signo de contemplación profunda y atenta a la obra de Dios que se va manifestando en su familia.

El que guarda silencio de esta manera reconoce su limitación humana y su pequeñez ante el misterio. El que guarda silencio como María, sabe que no lo sabe todo y se dispone a escuchar la voz de Dios que habla en los signos de los tiempos. El que guarda silencio como María, sabe que por no callar puede convertirse en esclavo de lo que dijo y prefiere ser dueño de su silencio. Sólo el que sabe callar cuando es debido y guardar las cosas en el corazón, sabrá hablar para edificar y anunciar las maravillas del Señor, como lo hizo María.

Los padres que aprenden a guardar silencio y a contemplar el crecimiento de sus hijos, podrán comprenderlos mejor y ayudarles a crecer en sabiduría y madurez, y a gozar de la aceptación de Dios y de los hombres, como lo hicieron José y María. Los hijos que aprenden a guardar silencio, a escuchar a sus padres, y a Dios que se manifiesta en las personas que los ayudan a formar con amor, podrán crecer en sabiduría y madurez, y gozar de la aceptación de Dios y de los hombres, como lo hizo Jesús. 

 

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Preguntas y comentarios a Neptalí Díaz Villán CSsR. (neptalidv@yahoo.com)

Moniciones y oración Universal

¡Feliz Navidad!: http://www.scalando.com/Moralia/Feliz%20Navidad.htm

Moniciones para la Misa diaria: http://www.scalando.com/moniciones/diarias/index.htm  con la firme determinación de te guste este servicio, el cual entregamos en tu computadora

Noticias de los Misioneros Redentoristas: www.scalando.com/noticias.htm

Moniciones para el domingo 17 de diciembre de 2006

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Homilía para la Natividad del Señor: Misa de media noche

Enlace permanente 24 de Diciembre, 2006, 9:02

EN CAMINO

Tempo de Navidad, ciclo “C”

 

25 de diciembre de 2006, Eucaristía de Media noche

 

Autor: Neptalí Díaz Villán CSsR.                                 Fuente: www.scalando.com

 

-          1ra lect.: Is 9,1-6

-          Sal 96

-          2da lect.: Tit 2,11-14

-          Evangelio: Lc 2,10-11

 

Buena Noticia

 

Los gobernantes: Los gobernantes estaban interesados en mantener su poder y explotar más al pueblo. Augusto como emperador del imperio romano y Quirino como gobernador de Siria, no se enteraron del acontecimiento. El nacimiento y la vida de Jesús pasaron inadvertidos, y el Nazareno se quedó en el anonimato como un nativo más dentro de esa colonia. A los romanos no les interesó el pueblo judío sino los buenos productos que producían y la posición estratégica que tenían para la actividad militar y comercial.

 

Los padres y el niño: Según la narración de Lucas, la familia de Nazareth padeció la crueldad del imperio y la discriminación de los habitantes de Belén. Para ellos no hubo espacio en algún sitio digno para un parto, ni siquiera la terraza de una casa o la sala común donde llegaban los forasteros. Tuvieron que pasar la noche en un establo, como los más pobres entre los pobres.

 

Los pesebres de hoy están llenos de muchos detalles fruto de la creatividad y el cariño de los creyentes. Algunas de esas cosas no tienen nada que ver con la pobreza que tuvo que pasar esta familia, así como con la exclusión, la miseria y el dolor humano que experimentó este niño en carne propia y siguen experimentando tantos excluidos en nuestro tiempo.

 

 

Los ángeles: Los mensajeros (ángeles) del Señor, descubrieron la Gran Noticia  en el niño pobre del establo de Belén. La primera invitación fue a dejar el miedo. El miedo invade al ser humano cuando pasa por momentos duros y ve amenazada su vida. Cuando, una vez conseguida la cumbre del poder, se ven rodeados de enemigos declarados y de falsos amigos que amenazan su estabilidad. El miedo invadía los gobernantes porque temían perder el poder a mano de los enemigos o de la gran masa de pobres que cada día crecía más. El miedo invadía a los pobres porque tenían un presente muy duro y un futuro incierto. Era necesario abandonar el miedo y abrir el corazón para aceptar a Jesús como una Buena Noticia que transforma toda la vida.

 

 

Los pastores: Para nuestro imaginario religioso colectivo los pastores son algo bonito, tierno, tal vez romántico. Pero históricamente los pastores constituían una clase despreciada, y su profesión hacía a las personas impuras ante la ley, ya que pertenecían a la clase de los que no conocían la ley y por lo mismo, eran considerados malditos (Jn 7,49). Pues precisamente a estos “desgraciados”, marginados y condenados a la maldición de ser empobrecidos, fue a los primeros que, según Lucas, se les anunció la Buena Noticia.  Y fueron ellos los que mejor respondieron al llamado del Señor.

 

Con los pastores como primeros destinatarios del mensaje y primeros en responder al llamado, confirmamos, como afirmó Ignacio Ellacuría que “de los pobres y de las víctimas nace esperanza (no el miedo que abunda en el primer mundo), y la fuerza para la conversión, el difícil cambio del corazón de piedra en corazón de carne, tan necesario al ver con cuánta dificultad el mundo de abundancia renuncia a su lujo insultante y sigue escenificando, sin avergonzarse, la parábola del ricachón y del pobre Lázaro”. En el contacto con los pobres de este mundo, diría Jonh Sobrino, descubrimos otros bienes fundamentales que están más presentes en el mundo de la pobreza que en el de la riqueza: alegría, creatividad, lucha, paciencia, arte, cultura, esperanza, y no sólo como elementos aislados, sino como “una civilización de la solidaridad”.

 

Nosotros hoy: cualquiera que sea nuestra situación, no nos dejemos vencer por el miedo. Jesús puede ser para nosotros el gran ignorado, una amenaza o una Buena Noticia. Muchas personas, entretenidas en la comida, los adornos y el bullicio de la fiesta de navidad, se pueden olvidar del motivo de la fiesta. Jesús seguirá siendo una amenaza para quienes, como Herodes, quieren aferrarse enfermizamente al poder y buscar sólo su propio beneficio. Jesús seguirá siendo una amenaza para quienes, aún en el nombre de Dios, están dispuestos a todo para mantener la hoja de ruta de una sociedad estructuralmente injusta.

 

Jesús seguirá siendo una Buena Noticia para quienes, inconformes con todo tipo de injusticia, estén en vela en la espera de algo distinto.  Para quienes quieran aceptarlo con un corazón bien dispuesto, seguir sus pasos y entregar su vida a la realización de la obra de Dios. ¿Qué tipo de noticia es Jesús para nosotros?

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Preguntas y comentarios a Neptalí Díaz Villán CSsR. (neptalidv@yahoo.com)

 

Moniciones y oración Universal

Hagamos de nuestro corazón el Pesebre donde nazca el niño Jesús:

Navidad: Tiempo de cambio     Imágenes de la Navidad

El Arbol de la Navidad      Navidad es Navidad     Dos bebes en un pesebre

Moniciones para la Misa diaria: http://www.scalando.com/moniciones/diarias/index.htm  con la firme determinación de te guste este servicio, el cual entregamos en tu computadora

Noticias de los Misioneros Redentoristas: www.scalando.com/noticias.htm

Moniciones para el domingo 17 de diciembre de 2006

Grupos de interés: http://www.egrupos.net/grupo/scalando; http://www.egrupos.net/grupo/moniciones; http://blogs.vivito.net/blog/scalando463

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Homilia para la Natividad del Señor Ciclo C

Enlace permanente 23 de Diciembre, 2006, 14:19

EN CAMINO

Tempo de Navidad, ciclo “C”

 

25 de diciembre de 2006, La Natividad del Señor

 

Autor: Neptalí Díaz Villán CSsR.                                 Fuente: www.scalando.com

 

1ra lect.: Is 52,7-10        Sal 98           2da lect.: Hb 1,1-6          Evangelio: Jn 1,1-18

 

El Verbo se hizo carne y puso su tienda entre nosotros…

La primera lectura tomada del profeta Isaías, la ubicamos dentro del contexto del post-exilio. Es decir, cuando los judíos retornaron de Babilonia y encontraron la ciudad de Jerusalén completamente devastada y los campos desolados. Isaías les dice que Dios no dejará la ciudad así para siempre. Que Dios vendrá a habitar la ciudad y ese día será de gran alegría, no sólo para Israel sino para todas las naciones y pueblos de la tierra. Para nosotros como creyentes en Jesús, el Verbo encarnado, ese día es hoy, cuando celebramos con gran alegría y gozo su nacimiento. “Lancen gritos de júbilo, ruinas de Jerusalén, porque el Señor dejó a su pueblo aspirar la libertad, y rescató a Jerusalén”

 

Por eso hoy estamos alegres. Durante el tiempo de Navidad llegan a nuestra memoria muchos recuerdos, casi todos bonitos. Recordamos la niñez, la familia, el barrio, los vecinos, los amigos, la comida típica de nuestros pueblos y nuestras traiciones socio-religiosas.

 

Algunos pasan desapercibido el motivo real de estas fiestas navideñas. Vale la pena recordar que todo ese ambiente de alegría y algazara está motivado por una gran noticia. Por algo realmente insólito, doblemente increíble, como dicen los humoristas: “el Verbo se hizo carne y puso su tienda entre nosotros”  (Jn 1,14ª). Dios se solidarizó con el ser humano y asumió su misma condición al hacer parte de su historia.

 

La palabra carne (sarx) denota una situación humana limitada, negativa y presa del pecado.  Por eso algunos traductores prefieren traducir: el Verbo se hizo hombre, en vez de se hizo carne; pero no es una traducción correcta a la expresión griega: ‘o Logos sarx  egéneto. Si la traducción correcta fuera “se hizo hombre”, el evangelista hubiera utilizado la palabra ántropos (hombre) en vez de sarx (carne).

 

Aunque parece una nimiedad no lo es, ya que hablamos de una realidad humana asumida por el Verbo de Dios: toda la realidad humana incluyendo su pecado. ¡Pero cómo así! ¿El Verbo de Dios se hizo pecado? ¡Pues sí! Por eso dice Pablo: “A quien no conoció pecado, Dios lo hizo pecado, para condenar el pecado en la carne” (Rom 8,3).

 

El Verbo de Dios se hizo carne en Jesús de Nazaret que asumió nuestra condición limitada y pecadora. Es decir, nuestra historia con lo bello, lo malo y lo feo, pues solo se redime aquello que se asume. Decimos con esto que el Verbo de Dios asumió toda la historia humana para salvarla. Nuestra realidad: aquello que nos hace sufrir, llorar, gemir, sentir rabia, egoísmo, etc, lo asumió Jesús. Y lo asumió para redimirlo. Él hizo su propia historia de salvación y venció: “Yo he vencido al mundo” (Jn 16,33b).

 

El Verbo puso su tienda entre nosotros. La tienda es una bella imagen simbólica tomada del A.T. Fue utilizada por el pueblo de Israel en el desierto, cuando iba de camino a la tierra prometida, como lugar que daba reposo, ánimo y sentido en el caminar. En este texto la tienda es signo de la humanidad, en la cual el Verbo se encarna para hacer con ella un nuevo éxodo salvífico. Jesús, el Verbo encarnado, nos salva, no sacándonos de la historia, sino asumiéndola y llevándola a la plenitud.

 

Para vivir de manera más auténtica las festividades navideñas debemos inyectar en los celebrantes el espíritu de empuje en la construcción y reconstrucción de nuestra historia personal, comunitaria y social. Permitir que el Jesús niño se encarne en mi historia personal, en nuestra historia familiar comunitaria, eclesial y social. Que el Verbo ponga su tienda entre nosotros y nos impulse a caminar hacia la tierra prometida; hacia un mundo más humano, solidario, fraterno y feliz.

 

FELIZ Y FRUCTÍFERA NAVIDAD, CON EL VERBO DE DIÓS ENCARNADO EN NUESTRA HISTORIA

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Preguntas y comentarios a Neptalí Díaz Villán CSsR. (neptalidv@yahoo.com)

 

Moniciones y oración Universal

Viviendo un buen ADVIENTO para una feliz NAVIDAD: http://www.scalando.com/Liturgia/adviento.htm

Mística  y  Profecía  en  el  “ser” y el “quehacer” del  Redentorista

Autor: Rafael Torres C.Ss.R 

La conferencia de Religiosos (as)  de  América  Latina y  del  Caribe  invita  a  todos  los  religiosos y  religiosas   del  Continente  a   encarnar en el corazón  de  cada  comunidad  la llamada a  ser  místicos  y profetas en la  defensa  de  la  vida .Pienso esta invitación no es una casualidad  sino  la  obra  del Espíritu y   una llamada  muy  concreta  a  nosotros  como  Redentoristas  a   dar  la vida  por la  abundante   redención.

http://www.scalando.com/espiritualidad/mistica.htm

Más sobre espiritualidad redentorista: http://www.scalando.com/espiritualidad.htm

Moniciones para la Misa diaria: http://www.scalando.com/moniciones/diarias/index.htm  con la firme determinación de te guste este servicio, el cual entregamos en tu computadora

Noticias de los Misioneros Redentoristas: www.scalando.com/noticias.htm

Moniciones para el domingo 17 de diciembre de 2006

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Moniciones para la Natividad del Señor

Enlace permanente 22 de Diciembre, 2006, 9:50

Moniciones para a Misa

Por Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

 

Tiempo de Navidad

Natividad del Señor: 25 de diciembre de 2006

Misa de medianoche

Monición de entrada:

¡Feliz Navidad, hermanos y hermanas!  Estamos reunidos en el Señor en esta Noche Buena.  Las tinieblas afuera pueden simbolizar la vida sin Cristo.  Pero nuestra Iglesia, ahora brillante y festiva, nos recuerda que Cristo ES LA LUZ y está con nosotros.  Que esta noche de gracia traiga la Paz y la Alegría a todos los pueblos del mundo, especialmente al nuestro.  Recibamos a los ministros de esta gran liturgia entonando con alegría el canto de entrada.

Primera lectura: Is 9, 1-3. 5-6 (Un hijo se nos ha dado)

El profeta Isaías nos viene a hablar sobre los tiempos de tinieblas, de miedo y de opresión.  Pero vino un gran cambio por el nacimiento de un niño, que como luz en la noche iluminó como ninguna otra luz.  Esta luz es Cristo, el Príncipe de Paz, nuestro Redentor.  Escuchemos con atención, hermanos.

Segunda lectura: Tito 2, 11-14 (Apareció la gracia de Dios para todos los seres humanos)

Cristo se encarnó en el mundo para ser el mediador entre Dios y los hombres.  El gran Apóstol Pablo nos exhorta a cooperar con las gracias del Señor hasta el retorno del gran Dios y Señor nuestro. Prestemos atención a este mensaje.

Tercera lectura: Lc 2, 1-14 (Hoy les ha nacido el Redentor)

Esta tercera lectura es una narración maravillosa, por su sencillez.  La grandeza del Imperio Romano termina en un pesebre.  Los ángeles anuncian la Buena Nueva a los pastores, los pobres.  Cristo, el Hijo de María, es la gloria del Padre.  Nos ponemos de pie, pero antes de escuchar esta Buena Nueva, alabamos al Señor con el Aleluya.

Oración Universal:

1.    Por la Iglesia Universal y nuestra Iglesia local, para que sea luz del mundo y signo del amor de Cristo. Roguemos al Señor.

2.    Por los obispos, sacerdotes, diáconos, religiosas, religiosos y los líderes de las comunidades: para que ellos anuncien la Buena Nueva con el ejemplo de sus vidas. Roguemos al Señor.

3.    Por los que gobiernan las naciones, de manera particular, los nuestros: para que ellos se esfuercen en traer a su pueblo el mensaje de justicia y de paz. Roguemos al Señor.

4.    Por los que sufren enfermedad, hambre y abandono: para que sean socorridos y encuentren consuelo en el Misterio del Nacimiento de Cristo. Roguemos al Señor.

5.    Por las familias de nuestras comunidades: para que aprendan a recibir a Cristo, acogiéndolo en los pobres. Roguemos al Señor.

Exhortación Final

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 428)

Alegres te bendecimos padre porque hoy es Navidad,

día del nacimiento de Cristo.  Él es Dios-con-nosotros,

Él es tu oferta de salvación para todos los hombres.

Loco por nosotros, quieres ganarte nuestro amor esquivo;

por eso aparece Jesús como un bebé para que lo comamos a besos.

 

Haz, Señor, que la revelación de este misterio asombroso

de la encarnación de dios, como Niño que es regalo de amor

y signo de tu ternura y de tu vida ofrecida al hombre,

encienda nuestro frío corazón en amor a ti y los hermanos.

Así conseguiremos que sea Navidad en nuestro bajo mundo,

y realizaremos tu programa de paz, amor y fraternidad.

Amén.

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Preguntas, comentarios y agradecimiento a: Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

¡Feliz Navidad!:

http://www.scalando.com/Moralia/Feliz%20Navidad.htm

Moniciones para la Misa diaria: http://www.scalando.com/moniciones/diarias/C/index.htm

Moniciones para a Misa

Por Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

 

Tiempo de Navidad

Natividad del Señor: 25 de diciembre de 2006

Misa del día

Monición de entrada:

¡Feliz Navidad, hermanos y hermanas!  Hoy es el día de la salvación. En el Evangelio de la misa de media noche, María y José adoraban al niñito Jesús; en la segunda lectura, los pastores fueron invitados a conocer a Cristo, y en esta misa la Buena Nueva está siendo proclamada a todos los hombres. La Palabra de Dios se hizo ser humano y acampó entre nosotros para acompañarnos en el camino de la vida. Alegres por ser llamados por Dios, pónganse de pie para recibir a los ministros de esta celebración, mientras entonamos con mucha alegría...

Primera lectura: Is 52, 7-10 (Toda la tierra verá la victoria de nuestro Dios)

El mensaje del profeta Isaías describe la realeza del Dios que vino a nosotros, encarnada hoy en el Niñito Jesús: los pastores la contemplan y proclaman un Evangelio de paz, de felicidad y de salvación: porque nuestro Dios reina. Dichosos los que proclamen la paz y la felicidad porque también ellos verán a Dios cara a cara. Escuchemos con atención.

Segunda lectura: Hebreos 1, 1-6 (Dios nos ha hablado por su Hijo)

El autor de la carta a los Hebreos, nos dice que Dios en su infinito amor habló con nosotros por medio de su Hijo. Cristo es el Logo, es decir, la Palabra del Padre. Él es la Verdad y la vida, y el Camino hacia el Padre.

Tercera lectura: Juan 1, 1-18 (La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros)

La tercera lectura es un himno a la Palabra que existía en el Padre desde el principio. El Verbo se hizo uno como nosotros para traer luz y vida a todo el mundo. A los que le recibieron y creyeron en su nombre les fue dado el ser hijos de Dios. En señal de respeto nos ponemos de pie para la proclamación del Santo Evangelio, pero antes cantemos el Aleluya.

Oración Universal:

  1. Para que  la Iglesia proclame el mensaje de la salvación a todos los seres humanos, roguemos al Señor.
  2. Para que los sufren encuentren hoy consuelo en el Misterio del Nacimiento de Cristo, roguemos al Señor.
  3. Para que nuestras familias, encuentren en estos días de fiestas navideñas ocasión de reconciliación y paz, roguemos al Señor.
  4. Para que nuestros jóvenes sepan responder con generosidad y entusiasmo a la llamada del Señor a la vida religiosa y sacerdotal, roguemos al Señor.
  5. Para que los aquí reunidos podamos vivir más nuestra fe y la proclamemos con nuestras vidas, roguemos al Señor.

Exhortación Final

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 428)

Alegres te bendecimos, Padre; porque hoy es Navidad,

día del nacimiento de Cristo.  Él es Dios-con-nosotros,

Él es tu oferta de salvación para todos los hombres.

Loco por nosotros, quieres ganarte nuestro amor esquivo;

por eso aparece Jesús como un bebé para que lo comamos a besos.

 

Haz, Señor, que la revelación de este misterio asombroso

de la encarnación de dios, como Niño que es regalo de amor

y signo de tu ternura y de tu vida ofrecida al hombre,

encienda nuestro frío corazón en amor a ti y los hermanos.

Así conseguiremos que sea Navidad en nuestro bajo mundo,

y realizaremos tu programa de paz, amor y fraternidad.

Amén.

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Preguntas, comentarios y agradecimiento a: Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

¡Feliz Navidad!:

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Mística  y  Profecía  en  el  “ser” y el “quehacer” del  Redentorista

Autor: Rafael Torres C.Ss.R 

La conferencia de Religiosos (as)  de  América  Latina y  del  Caribe  invita  a  todos  los  religiosos y  religiosas   del  Continente  a   encarnar en el corazón  de  cada  comunidad  la llamada a  ser  místicos  y profetas en la  defensa  de  la  vida .Pienso esta invitación no es una casualidad  sino  la  obra  del Espíritu y   una llamada  muy  concreta  a  nosotros  como  Redentoristas  a   dar  la vida  por la  abundante   redención.

http://www.scalando.com/espiritualidad/mistica.htm

Más sobre espiritualidad redentorista: http://www.scalando.com/espiritualidad.htm

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Moniciones para el IV Domingo de Adviento ciclo C

Enlace permanente 19 de Diciembre, 2006, 13:10

Moniciones para a Misa

Por Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

 

Tiempo de Adviento

 

IV  Domingo – Ciclo C (Aquí estoy para hacer tu voluntad)

1ra lect.: Sof 3,14-18ª Sal Is 12,2-6.  2da lect.: Flp 4,4-7  Evangelio: Lc 3,10-18

 

24 de diciembre del 2006

 

Monición de entrada

La celebración litúrgica de hoy es una enseñanza sobre los hechos que iniciaron nuestra salvación. Miqueas anuncia el nacimiento del Mesías salvador. La visitación de la Santísima Virgen María a su prima Isabel nuestra a Cristo ya presente en el mundo, quien vino al mundo para hacer la voluntad del padre. De pie, por favor, para recibir la procesión con esperanza y alegría con el cántico de entrada.

Primera lectura: Miqueas. 5, 2-5a (De ti, Belén de Efrata, saldrá el jefe de Israel)

 

El canto jubiloso del profeta Miqueas anuncia la restauración de Jerusalén. El profeta ve a Jerusalén libre de su condenación. Escuchemos.

 

Segunda lectura: Hebreos (Aquí estoy para hacer tu voluntad)

 

Los antiguos sacrificios quitaban los pecados. Su valor era purificador, no definitivo. El sacrificio de Cristo santifica aniquilando el pecado total. Esta salvación se confirma con su entrada en el santuario celeste, por la resurrección.  Presten mucha atención a este mensaje.

 

Tercera lectura: Lc. 1, 39-45 (Visita de María a Isabel)

 

Algunas de las intervenciones de Dios en la historia de la salvación se califican como visitas de Dios a su pueblo o a algún personaje determinado. Hoy vemos el encuentro de dos grandes mujeres, Isabel y María. Es la escena de la visitación. La presencia de María nos dice que la promesa del Mesías está cumplida. Ella, por su fe, es alabada por Isabel. De pie, por favor, entonemos el Aleluya, para escuchar la Buena Nueva.

Oración Universal

*      Por los miembros de la Iglesia, para que siempre manifestemos la alegría de los hijos de Dios, roguemos al Señor.

 

*      Por los que gobiernan las naciones, para que cada uno sepa descubrir y ponga en práctica la parte que le corresponde en la construcción de un mundo mejor, roguemos al Señor.

 

*      Por nuestro país y sus habitantes, para que este Adviento sea tiempo de gracia, de paz y de arrepentimiento, roguemos al Señor.

 

*      Por los enfermos y ancianos, especialmente los de nuestras familias y los de la parroquia, para que su enfermedad sea oportunidad para crecer en la fe, esperanza y amor de Dios, roguemos al Señor.

 

*      Por  todos los jóvenes de nuestra comunidad y parroquia, para que descubran cuál es la voluntad de Dios en sus vidas, roguemos al Señor.

 

*      Por nosotros aquí reunidos en esta celebración eucarística, para que vivamos nuestro cristianismo con alegría, no sólo en nuestro corazón sino también en nuestros hogares y comunidad, roguemos al Señor.

 

Exhortación final

(Tomado de B. Caballero: La Palabra Cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 423)

 

Hoy, Señor, te bendecimos con María, la Madre de Jesús,

Porque colmas el gozo de los pobres y humildes con tu venida.

Pero reconocemos que nuestra fe es pequeña e inmadura:

No sabemos creer con firmeza, estabilidad y equilibrio,

Pues no aguantamos la adversidad ni te alabamos en la bonanza.

 

Para un fiel seguimiento de Cristo, concédenos, Señor,

Asimilar el ejemplo de María de Nazaret, la mujer creyente,

La primera cristiana, la que creyó en ti en todo tiempo,

Para que, caminando firmes en la peregrinación de la fe,

Seamos capaces de repetir con Cristo y con María:

Padre, hágase siempre tu voluntad en nuestra vida.

 

Amén.

 

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Preguntas, comentarios y agradecimiento a: Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

Mística  y  Profecía  en  el  “ser” y el “quehacer” del  Redentorista

Autor: Rafael Torres C.Ss.R 

La conferencia de Religiosos (as)  de  América  Latina y  del  Caribe  invita  a  todos  los  religiosos y  religiosas   del  Continente  a   encarnar en el corazón  de  cada  comunidad  la llamada a  ser  místicos  y profetas en la  defensa  de  la  vida .Pienso esta invitación no es una casualidad  sino  la  obra  del Espíritu y   una llamada  muy  concreta  a  nosotros  como  Redentoristas  a   dar  la vida  por la  abundante   redención.

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Más sobre espiritualidad redentorista: http://www.scalando.com/espiritualidad.htm

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Homilía para hoy

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Homilía para el IV Domingo de Adviento Ciclo C

Enlace permanente 19 de Diciembre, 2006, 13:05

EN CAMINO

Tempo de Adviento, ciclo “C”

 

24 de diciembre de 2006, Cuarto Domingo

 

Autor: Neptalí Díaz Villán CSsR.                                 Fuente: www.scalando.com

   1ra lect.: Mq 5,2-5         Sal 79,2-3.15-16.18-19         2da lect.: Heb 10,5-10         Evangelio: Lc 1,39-45

María modelo

En nuestro mundo contemporáneo, muchas mujeres han salido del encerramiento y el anonimato en el que las tenía la sociedad androcéntrica (centrada en el varón), que poco a poco vamos superando. Hoy vemos mujeres participando activamente en la política, en la economía, en la educación, etc. Hoy hay mayor conciencia de la responsabilidad que tenemos todos los seres humanos, varones y mujeres, en la construcción de una humanidad nueva.

 

Hace unos años, cuando pasaba por la ciudad de Mocoa[1], fui testigo de una marcha de mujeres que protestaban contra las políticas de guerra impuestas por el gobierno nacional. Se habían reunido varios movimientos de mujeres para analizar la situación de sus regiones y para buscar salidas a la crisis. Sus gritos suenan hoy en mis oídos: “no queremos parir más hijos para la guerra… rechazamos las fumigaciones que deterioran la salud, la vida y acaban con el medio ambiente. Ni un peso más para la guerra, queremos escuelas... Rechazamos todo tipo de violencia, venga de donde venga… ”

 

He visto muchas de estas mujeres. Sobre todo en la periferia de los campos y en los asentamientos urbanos. Protestan, gritan y hacen oír su voz. Sueñan, se esfuerzan, trabajan  unidas, y son capaces de convertir la trágica historia en una historia de salvación. Dan verdaderos signos de entrega generosa e inyectan la fuerza liberadora y transformadora del amor femenino. A pesar del patriarcalismo de la Biblia, en sus páginas también hallamos el testimonio de mujeres, como Rut, Agar, Judit, Esther, Ana, y porsupuesto: el de María de Nazaret, cuyo testimonio encontramos en el evangelio de hoy.

 

Lucas nos presenta a dos mujeres cuyos vientres gestaron vidas que, así como ellas, fueron ofrecidas para la salvación de la humanidad. Desde el lejano y desconocido Nazareth una mujer se negó a quedarse en su casa convertida en esclava, para realizar los oficios que los varones no hacían y para satisfacerlos en todas sus apetencias.

 

María la esposa del justo José, se declaró la sierva del Señor, más no la sierva de su esposo, como era usual en la época en la cual se consideraba a la mujer como una posesión más del marido. Se encaminó hacia las montañas, que simbolizan el lugar del encuentro con Dios. Allí se encontró con el Dios vivo, representado en la humanidad necesitada de Isabel, quien, ya en la vejez y en su vientre estéril, gestaba la vida del Bautista, pues para Dios no hay nada imposible.

 

María, portadora del Verbo encarnado y del Espíritu Santo, entró en la casa de Zacarías. Su presencia,  sus palabras, su sencilla humanidad, hicieron que Isabel se llenara del Espíritu y que su criatura saltara de gozo. Lo que busca la fe cristiana no es precisamente, hacer que los seres humanos convirtamos nuestra vida terrenal en un infierno, para después gozar de un cielo supraterrenal. Nos acercamos al Dios no tanto mortificando nuestro cuerpo y convirtiéndolo en una cosa despreciable para parecernos más a Jesús crucificado, sino generando entre nosotros relaciones de amistad, justicia y fraternidad. Nos acercamos al Dios de Jesús cuando servimos a los demás y trabajamos unidos; cuando sonreímos, disfrutamos la vida y saltamos de gozo.

 

Ben-decir es, decir bien. Toda la vida de María habló bien de Dios porque transparentó su amor y su misericordia. El gozo de Isabel por la presencia de María, la impulsó a decir una frase valiosísima: “¡Bendita eres entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!” Jesús y María hablaron bien de Dios porque durante toda su vida comprometieron y cumplieron a cabalidad su obra salvadora.

 

Con ésto podemos entender mejor la segunda lectura, cuando nos dice que a Dios no le agradan los holocaustos ni los sacrificios expiatorios, sino que acepta como ofrenda única y definitiva, la del cuerpo de Jesucristo. El cuerpo de Cristo como ofrenda única y definitiva no equivale a su sangre derramada y a su ignominiosa muerte en la cruz, supuestamente para calmar la ira de un dios justiciero. Es la entrega de Jesús como persona; su cuerpo y su sangre, es decir: todo su ser al plan de Dios para el ser humano. La voluntad salvífica de Dios no fue la muerte de su hijo, sino hacerlo partícipe de nuestra naturaleza humana con un amor grande capaz de transformarlo todo. A Dios se agrada no tanto con el ofrecimiento de sacrificios externos que para nada nos comprometen como personas, sino entrando en comunión con el Padre, con nosotros mismos, con  el mundo y con los demás seres humanos, como lo hizo Jesús.

 

El evangelio cierra con una bienaventuranza: ¡Bienaventurada eres tú, que creíste que se cumpliría lo que el Señor te anunció!”. Las bienaventuranzas constituyen el mensaje central del nuevo testamento y sintetizan el plan de Dios para el ser humano: una humanidad plena y feliz. Después de ésto no viene nada más. Todos los dogmas de los padres de la iglesia sobre María se quedan pequeños ante las palabras de la “estéril” anciana que resaltó lo verdaderamente importante de aquella mujer sencilla de Nazareth.

 

María es la mujer Bienaventurada porque le creyó a Dios, y porque Dios creyó en ella para encomendarle una obra del tal magnitud que ella realizó a plenitud. La fe de María no fue una fe ciega de levitaciones y beatitudes celestiales que rayan con la tontería. La oración y la fe de María no tienen nada que ver con aquellos cuadros que representan a María como una mujer embobada, envuelta en un nirvana celeste y alejada de todo lo terreno.

 

La fe de María es la fuerza interior, el impulso vital para ponerse en camino hacia el prójimo necesitado, aún arriesgando la seguridad personal. Es el impulso vital para realizar la obra de Dios, para cambiar la historia de una forma sencilla, muchas veces silenciosa, pero siempre con decisión, entrega y amor puro, puestos al servicio de los necesitados. Por eso ella es la mujer feliz por excelencia; un modelo de mujer y de discípula para las mujeres y para toda la humanidad.

 

¡Ya se acerca el niño! “¡Despierta, despierta, levántate, Sión! Vístete de fiesta Jerusalén, ciudad santa… ¡Sacúdete el polvo! ¡Levántate, Jerusalén, tú que estabas cautiva, y desata las ligaduras de tu cuello, Hija de Sión!” (Is 52,1ª.2) ¡Ya se acerca el niño!, el fruto del vientre de una mujer aldeana que fue capaz de ponerse en camino para seguir la voz de Dios y para ir al encuentro del prójimo. ¡Ya se acerca el niño!, tejido del vientre puro de una mujer pobre y buena, que le creyó a Dios y se entregó con alma, vida y corazón, a su obra salvadora. ¡Ya se acerca el niño!. Lo encontraremos en la medida que, como María, nos pongamos en camino hacia los más débiles. Lo encontraremos especialmente en el rostro de aquellos que hoy, como le pasó al niño Jesús, no tienen espacio en el mesón. Lo encontramos en aquellos que sobran, que estorban, que ensucian las calles con sus ropas raídas, que no caben en nuestros colegios, en nuestras universidades y en nuestras reuniones sociales o religiosas. ¡Ya se acerca el niño!

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Preguntas y comentarios a Neptalí Díaz Villán CSsR. (neptalidv@yahoo.com)

 

Moniciones y oración Universal

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Mística  y  Profecía  en  el  “ser” y el “quehacer” del  Redentorista

Autor: Rafael Torres C.Ss.R 

La conferencia de Religiosos (as)  de  América  Latina y  del  Caribe  invita  a  todos  los  religiosos y  religiosas   del  Continente  a   encarnar en el corazón  de  cada  comunidad  la llamada a  ser  místicos  y profetas en la  defensa  de  la  vida .Pienso esta invitación no es una casualidad  sino  la  obra  del Espíritu y   una llamada  muy  concreta  a  nosotros  como  Redentoristas  a   dar  la vida  por la  abundante   redención.

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Moniciones para el domingo 17 de diciembre de 2006

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[1] Mocoa es una pequeña ciudad capital del Putumayo, uno de los departamentos más azotados por la violencia en Colombia. La concentración de la que fui testigo, se llevó a cabo en la plaza central de Mocoa, el 26 de noviembre de 2003; en ella participaron más de 3.000 mujeres de organizaciones comunitarias. 

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Moniciones para el III Domingo de Adviento Ciclo C

Enlace permanente 11 de Diciembre, 2006, 10:24

Moniciones para a Misa

Por Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

 

Tiempo de Adviento

 

III  Domingo – Ciclo C (Estén siempre alegres en el Señor; Él está cerca)

1ra lect.: Sof 3,14-18ª Sal Is 12,2-6.  2da lect.: Flp 4,4-7  Evangelio: Lc 3,10-18

 

17 de diciembre del 2006

 

Monición de entrada

 

Buenas noches, días (tardes) hermanos en Cristo. El mundo va en busca de la alegría, pero no todos la alcanzan de igual manera. A muchas personas les resulta muy difícil creer que el cristianismo es fuente de alegría. La liturgia de hoy nos exhorta a estar alegres. Porque el Señor está cerca. Ya viene. Expresemos nuestra alegría cristiana celebrando con júbilo ésta eucaristía. De pie, por favor, para recibir a los ministros cantando con esperanza y alegría.

 

Primera lectura: Sof. 3, 14-18ª (el Señor se alegrará en ti)

 

El canto jubiloso del profeta Sofonías, anuncia la restauración de Jerusalén. El profeta ve a Jerusalén libre de su condenación. Escuchemos.

 

Segunda lectura: Fil.4, 4-7 (Estén siempre alegres en el Señor; Él está cerca)

 

La exhortación de San Pablo a los filipenses, nos permite continuar celebrando una liturgia alegre. El cristiano vive la alegría de un mundo nuevo. La certeza de la venida del Señor debe quitarnos toda inquietud. Presten atención.

 

Tercera lectura: Lc. 3.10 -18 (¿Qué hemos de hacer?)

 

San Lucas, nos trasmite las normas de conducta que San Juan Bautista presentaba para recibir la inmensa alegría del perdón y las promesas mesiánicas. Para encontrarse con Jesús no hace falta huir del trabajo, ni de la vida diaria. La alegría cristiana consiste en compartir con el prójimo lo que hemos recibido de Dios. De Pie por favor, para escuchar la Buena Nueva, pero antes entonemos el Aleluya.

Oración Universal

Por nuestra Santa Madre Iglesia, para que siempre manifestemos la alegría de los hijos de Dios, Roguemos al Señor.

Por los que gobiernan las naciones, para que cada uno sepa descubrir y ponga en práctica la parte que le corresponde en la construcción de un mundo mejor, Roguemos al Señor.

Por Puerto Rico y sus habitantes, para que este Adviento sea tiempo de gracia, de paz y de tranquilidad, Roguemos al Señor.

Por los enfermos y ancianos, especialmente los de nuestras familias y los de la parroquia, para que su enfermedad sea oportunidad para crecer en la fe, esperanza y amor de Dios, Roguemos al Señor.

Por  un aumento en las vocaciones en la vida sacerdotal y religiosa, Roguemos al Señor.

Por nosotros aquí reunidos en esta celebración eucarística, para que vivamos nuestro cristianismo con alegría, no sólo en nuestro corazón, sino también en nuestros hogares y comunidad, Roguemos al Señor.

 

Exhortación final

(Tomado de B. Caballero: La Palabra Cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 420)

 

Hoy, Señor, te bendice a boca llena el canto gozoso

De nuestros corazones convertidos a tu amor y tu justicia.

Éramos tierra yerma y erial calcinado por el egoísmo,

Pero tú eres capaz de hacer florecer el desierto.

Una aurora de paz despierta la raya de nuestro horizonte,

Y la alegría es nuestro lote en la herencia del Señor.

 

Enséñanos a vivir en tu presencia y alabarte siempre

Con el corazón alegre por tu amorosa gratuidad de Padre,

Porque todo es presencia y gracia, ternura y cariño tuyo.

Conviértenos, Señor, a la alegría, el amor y la justicia;

Y regenerados por ti, manténnos en la fidelidad.

 

Amén.

 

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Preguntas, comentarios y agradecimiento a: Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

Mística  y  Profecía  en  el  “ser” y el “quehacer” del  Redentorista

Autor: Rafael Torres C.Ss.R 

La conferencia de Religiosos (as)  de  América  Latina y  del  Caribe  invita  a  todos  los  religiosos y  religiosas   del  Continente  a   encarnar en el corazón  de  cada  comunidad  la llamada a  ser  místicos  y profetas en la  defensa  de  la  vida .Pienso esta invitación no es una casualidad  sino  la  obra  del Espíritu y   una llamada  muy  concreta  a  nosotros  como  Redentoristas  a   dar  la vida  por la  abundante   redención.

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Homilía para el III Domingo de Adviento ciclo C

Enlace permanente 11 de Diciembre, 2006, 10:11

EN CAMINO

Tempo de Adviento, ciclo “C”

 

17 de diciembre de 2006, Tercer Domingo

Autor: Neptalí Díaz Villán CSsR.                                 Fuente: www.scalando.com

1ra lect.: Sof 3,14-18ª Sal Is 12,2-6.  2da lect.: Flp 4,4-7  Evangelio: Lc 3,10-18

Sofonías

Al parecer Sofonías fue contemporáneo de Jeremías y de Nahum. Es posible que el nombre de Sofonías, (que significa Yahvé ha ocultado), se deba a la época en la cual le tocó vivir, llena de situaciones difíciles, comos las atrocidades perpetradas por Manasés, quien hizo derramar mucha sangre. (2 R. 21.16).

 

Después de la muerte del rey Ezequías (715-687 a.C.), el estado religioso del reino de Judá se deterioró. La religión se convirtió en algo meramente ritual y externo; se dedicaban a repetir tradiciones y a realizar ritos vacíos. Manasés, hijo de Ezequías, reedificó los altares de Baal y con esto resurgió el culto a otros dioses, calificado por los profetas como un culto idolátrico. Para los profetas esto equivalía al rechazo a la alianza.

Las profecías de Sofonías denuncian la idolatría que veía en Jerusalén. Su mensaje tiene un tono melancólico y amenazante. Declaró que el juicio de Dios, o la hora de Yahvé como él la llama, sería inminente. Pero en medio de las amenazas por “el día de Yahvé”, el profeta también anunció un tiempo de gracia y de salvación. Dijo que Dios hacía pasar a su pueblo por los fuegos de la aflicción, con el fin de prepararlos para que fueran una bendición para toda la humanidad. En el fragmento que hoy leemos invita a cantar con júbilo, pues la misericordia de Dios hace posible el perdón y su mano generosa los salva de las calamidades.

Por eso no debe existir el miedo, que es signo de la falta de fe. La presencia indulgente de Dios debe ser un aliciente para vencer el desaliento y para continuar con los proyectos como pueblo:Aquel día se dirá a Jerusalén: Sión, no tengas miedo, no te dejes vencer del desaliento. El Señor tu Dios está en medio de ti; él es invencible, él te salvará. Contigo él goza y es feliz, y de nuevo te hará sentir cómo te ama; y contigo compartirá la alegría de los días de fiesta.”

También Pablo en su carta a los filipenses, invitó a sus hermanos a cambiar la actitud ante los acontecimientos humanos. A no dejarse agobiar por las penas y a elevar peticiones y acciones de gracias al Señor. A tratar a todo el mundo con amabilidad y a vivir siempre alegres porque el Señor está cerca. Cuando asumimos nuestra vida con la certeza de que el Señor está cerca y nos da la mano, caminamos más seguros, y viviremos más tranquilos y en paz.

 

La pregunta moral

Con la lacerante predicación del Bautista, el pueblo reflexionaba sobre su propia situación personal y comunitaria. Descubría que algo andaba mal y que de una u otra manera, todos tenían responsabilidad y por lo tanto todos debían hacer algo para transformar esa realidad. De ahí la pregunta: “¿qué debemos hacer nosotros?”  Eso es lo que se llama la pregunta moral: “¿Qué es lo bueno y qué debo hacer? La pregunta moral busca que el individuo se comprometa con su propia historia personal y comunitaria. Que aprenda a captar dónde están la bondad y la maldad de las cosas y que opte por el bien.

Podemos aprovechar este texto de Lucas para hacernos también nosotros la pregunta moral. Después de un análisis real y concienzudo que nos ayude a identificar nuestra realidad interna y externa, nuestro mundo interior y exterior, podemos preguntarnos: ¿Qué debemos hacer? Vivimos en un ambiente familiar, social, eclesial, estudiantil o laboral. Estamos rodeados de familiares, amigos, vecinos y compañeros, así como de ideologías que nos venden unos “valores” de moda, caminos y propuestas tentadoras.

Nos encontramos a cada momento con la necesidad de decidir entre un camino u otro, entre la acción o la omisión. Es necesario formar una conciencia coherente con la realidad, recta y capaz de descubrir la bondad o la maldad de las cosas, para optar por el bien y dejar el mal. De tal manera que, ante tantas propuestas de nuestro mundo, podamos “escoger la mejor de las posibilidades y realizarla”, como dijo el viejo Aristóteles.

La vida de fe tiene que ayudarnos a ser personas con calidad ética. Porque “el ser”, “el pensar” y “el creer” nos deben conducir “al hacer”. Es decir, que la fe debe traducirse en obras concretas de justicia y fraternidad.

La invitación es para todos: “No hay pobre que no pueda dar, ni rico que no pueda recibir”. Y como dijo San Francisco: “dando es como recibimos; perdonando es como somos perdonados; y muriendo es como nacemos a la vida entera.”

El Bautista invitó a que todos compartieran, inclusive a los más pobres: “el que tenga dos túnicas, que le de una al que no tiene, el que tenga alimentos que haga otro tanto”. La verdadera vivencia del Adviento y la Navidad no está tanto en estrenar, como en compartir y hacer brotar de nosotros sentimientos de misericordia. Ese es el verdadero culto a Dios.

Ante la pregunta moral el Bautista no respondió con discursos o flexiones piadosas. Fue al grano. A los recaudadores le dijo: “No exijan más de lo que está mandado.” A los soldados le dijo: “No exijan dinero por la fuerza ni hagan denuncias falsas; conténtense con su sueldo.” Y les dijo eso porque, entre otras cosas, caían en esas actitudes con las cuales hacían mucho daño a la gente.

Adviento y Navidad tienen que representar para nosotros un espacio de reflexión para evaluar nuestra vida. En este tiempo nos debe ayudar a decidirnos a cambiar aquellas actitudes injustas con el prójimo o con nosotros mismos. ¿Qué nos diría hoy el Bautista?, ¿Qué debemos hacer como padres de familia, como hijos, como trabajadores, como empresarios, como miembros de una iglesia o de la sociedad?

Ante la situación de nuestro mundo, la gran mayoría quiere cambios y pide por la paz mundial. Pero ¿estamos dispuestos a cambiar nosotros y a trabajar para lograrlo? Mi familia, mi comunidad, mi ciudad, mi país, cambiarán con el aporte de todos. Nada ganamos con echarle la culpa a los demás por las duras situaciones: “¡Que la iglesia está en crisis por culpa de los curas!”, “¡Que la sociedad está mal por culpa de los políticos! ¿Se me olvida que yo también  soy iglesia? ¿Se me olvida que yo también soy ciudadano y que, por acción o por omisión, elijo los líderes, y que tengo responsabilidad social?

Para finalizar digamos que en este domingo hay una especial invitación a la alegría. La primera y la segunda lectura invitan a cantar, a bailar, a saltar de gozo y a estar siempre alegres por la acción de Dios. En la literatura bíblica la alegría es consecuencia de la acción de Dios en el pueblo y el cumplimiento de sus promesas. Aunque en nuestra vida pasemos momentos duros no podemos perder la ilusión y la alegría de vivir. La fe en Dios tiene que expresarse también en nuestra capacidad para superar los conflictos, y para estar siempre alegres. Decía Teresa de Ávila: “un santo triste es un triste santo”.

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Preguntas y comentarios a Neptalí Díaz Villán CSsR. (neptalidv@yahoo.com)

Moniciones y oración Universal

Viviendo un buen ADVIENTO para una feliz NAVIDAD: http://www.scalando.com/Liturgia/adviento.htm

Mística  y  Profecía  en  el  “ser” y el “quehacer” del  Redentorista

Autor: Rafael Torres C.Ss.R 

La conferencia de Religiosos (as)  de  América  Latina y  del  Caribe  invita  a  todos  los  religiosos y  religiosas   del  Continente  a   encarnar en el corazón  de  cada  comunidad  la llamada a  ser  místicos  y profetas en la  defensa  de  la  vida .Pienso esta invitación no es una casualidad  sino  la  obra  del Espíritu y   una llamada  muy  concreta  a  nosotros  como  Redentoristas  a   dar  la vida  por la  abundante   redención.

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