Scalando : Misioneros Redentoristas

  Archivos
Mayo 15 [1]
Dic 13 [6]
Nov 13 [5]
Feb 13 [4]
Ene 13 [1]
Dic 12 [8]
Nov 12 [6]
Oct 12 [9]
Sep 12 [11]
Ago 12 [7]
Jul 12 [12]
Jun 12 [13]
Mayo 12 [11]
Abr 12 [18]
Mar 12 [16]
Feb 12 [9]
Ene 12 [12]
Dic 11 [9]
Nov 11 [5]
Oct 11 [4]
Sep 11 [8]
Ago 11 [11]
Jul 11 [9]
Jun 11 [12]
Mayo 11 [10]
Abr 11 [17]
Mar 11 [3]
Feb 11 [6]
Ene 11 [2]
Dic 10 [8]
Nov 10 [11]
Oct 10 [7]
Sep 10 [9]
Ago 10 [10]
Jul 10 [11]
Jun 10 [13]
Mayo 10 [10]
Abr 10 [7]
Mar 10 [12]
Feb 10 [9]
Ene 10 [7]
Dic 09 [14]
Nov 09 [7]
Oct 09 [11]
Sep 09 [9]
Ago 09 [10]
Jul 09 [10]
Jun 09 [4]
Mayo 09 [5]
Abr 09 [13]
Mar 09 [13]
Feb 09 [14]
Ene 09 [8]
Dic 08 [13]
Nov 08 [2]
Oct 08 [7]
Sep 08 [4]
Ago 08 [10]
Jul 08 [4]
Jun 08 [10]
Mayo 08 [6]
Abr 08 [12]
Mar 08 [8]
Feb 08 [8]
Ene 08 [12]
Dic 07 [12]
Nov 07 [9]
Oct 07 [10]
Sep 07 [9]
Ago 07 [11]
Jul 07 [12]
Jun 07 [12]
Mayo 07 [8]
Abr 07 [13]
Mar 07 [16]
Feb 07 [8]
Ene 07 [9]
Dic 06 [14]
Nov 06 [8]
Oct 06 [10]
Sep 06 [9]
Ago 06 [5]


Sindicación
Artículos
Comentarios


Enlaces
Catholic
Domingo Vásquez
eGrupos
Fundación La Septentrional
Misioneros Redentoristas
Parroquia Santos Apóstoles Pedro y Pablo
Pastoral Vocacional
Provincia de San Juan
Vivencias Juveniles
ZoomBlog

 
Inicio | Mi Perfil | Suscríbete al blog
Abril del 2007

 

Moniciones V Domngo de Pascua Ciclo C

Enlace permanente 30 de Abril, 2007, 18:12

Moniciones para la Misa

La cincuentena Pascual

V Domingo

6 de mayo de 2007

Autor: Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.                                                                       Fuente: www.scalando.com 

Hazpara ver las lecturas del día:

-         1ra lect.: Hch 14,20-26

-         Sal 144

-         2da lect.: Ap 21,1-5a

-         Evangelio: Jn 13,31-35

¿Qué hora es?

 

IV Domingo: El Pastor y los pastores

LAS LECTURAS DE HOY               

Monición de Entrada

Hermanos en Cristo, muy buenos días, (tardes, noches): Estamos celebrando el quinto domingo de Pascua, tiempo de alegría en el Señor. Nuestro gozo ha empezado aquí, pero Cristo, nos revela que habrá una nueva creación al fin del mundo. Mientras, tenemos que continuar la misión de Cristo aquí en la tierra, amándonos unos a otros. Unidos con Cristo roguemos por una unión más profunda entre nosotros al empezar esta eucaristía. De pie, por favor, para recibir la procesión con el cántico de entrada.

Primera lectura: Hc 14, 21b-27 (Pablo y Bernabé vuelven de su primera misión)

Escucharemos el relato de la primera misión de Pablo y Bernabé. Ellos regresaron a su gente exhortándolos a perseverar  en la fe y subrayando las tribulaciones que vendrán. Pero sobre todo, ellos contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y que es importante en la vida de la comunidad. Escuchemos.

Segunda lectura: Ap. 21, 1-5a (Dios enjugará las lágrimas de sus ojos)

En el libro del Apocalipsis, san Juan ve un cielo nuevo y una nueva tierra, que es la Iglesia triunfante. Ese triunfo comienza en la tierra. Dios convive con nosotros y espera el fin de nuestra noche en la tierra para llenarnos de alegría. Si participamos, si sentimos y vivimos con la Iglesia aquí, gozaremos en el cielo. Presten mucha atención a esta revelación.

Tercera lectura: Jn 13, 31-35 (Les doy un mandamiento: que se amen)

El evangelio de hoy es parte del discurso de despedida del Señor en la última Cena. Cristo fue glorificado a través de su pasión y muerte, lo mismo va a pasar con su Iglesia. Cristo nos da un nuevo mandamiento, el amor mutuo. Puestos de pie, entonamos el Aleluya y escuchamos la Buena Nueva.

Oración Universal

  1. Por nuestra la Iglesia, para que continúe practicando la caridad con los más necesitados. Roguemos al Señor.
  2. Por los misioneros, para que no sientan temor de predicar públicamente el nombre de Jesús. Roguemos al Señor.
  3. Por los que abandonaron la Iglesia, para que experimenten el amor de Cristo y de sus hermanos y regresen al redil. Roguemos al Señor.
  4. Por el amor, la comprensión, el diálogo y la caridad entre los jóvenes y los adultos, entre maestros y alumnos, para que nos amemos todos como quiere Dios. Roguemos al Señor.
  5. Por nuestra diócesis, para que surjan las vocaciones a la vida religiosa y sacerdotal. Roguemos al Señor.
  6. Por todos nosotros aquí reunidos alrededor del altar y en el amor de Cristo, para que crezcamos en su amor, especialmente en nuestros hogares. Roguemos al Señor.

Exhortación final:

Jesús

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada domingo, San Pablo, España, 1995, p. 483)

Señor Jesús, que al despedirte de tus discípulos dijiste:

“Ámense como yo los he amado; así los reconocerán como de los míos” ,

perdona nuestra falta de seriedad.  Te dejamos mal muchas veces,

porque no nos amamos unos a otros como tú mandaste en la cena.

Después de tantos años de cristianismo todavía no hemos aprendido

la lección.  Suspenso anual durante siglos y siglos.

Cambia, Señor, nuestro corazón de piedra por otro de carne.

Transvasa tu Espíritu de amor a nuestro interior anquilosado.

Y cuando hayamos desterrado por completo de nuestro estilo

el egoísmo, la soberbia, el desdén, la frialdad y la revancha,

entonces los demás nos reconocerán como tus discípulos.

Amén.

Preguntas, comentarios y agradecimiento a: Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

Firme el ibro de visitas   Foro de discusión

Leer los comentarios de nuestros visitantes    

Mapa del sitio                     "Cuentos rápidos para leer despacio"

Entre aquí para que ver el corazón de Dios Padre

En Tí confío.
Suscríbete a scalando para recibir las moniciones
 
Alojado en egrupos.net

www.scalando.com / http://dvasquezmorales.miarroba.com

| Referencias (0)


 

Homilía V Domingo de Pascua Ciclo C

Enlace permanente 30 de Abril, 2007, 18:04

En Camino

Homilía para el Domingo

La cincuentena Pascual

V Domingo

6 de mayo de 2007

Autor:  Neptalí Díaz Villán CSsR.                                                                                                     Fuente: www.scalando.com 

Hazpara para ver las lecturas de hoy

-         1ra lect.: Hch 14,20-26

-         Sal 144

-         2da lect.: Ap 21,1-5a

-         Evangelio: Jn 13,31-35

¿Qué hora es?

 

Cielo nuevo y tierra nueva

Las lecturas de hoy nos dejan ver la utopía de un mundo mejor: los cielos nuevos y la tierra nueva (Ap 21,1-5a). La fuerza que debe dinamizar la construcción de ese nuevo mundo: El Amor (Jn 13,31-35). Y anuncio de esa nueva forma de vivir como Buena Nueva abierta para todos los pueblos. Anuncio realizado por medio de Pablo y Bernabé; anuncio lleno de dificultades pero también de muchas satisfacciones tanto para los destinatarios como para los evangelizadores (Hch 14,20-26).

Empecemos con la propuesta del Apocalipsis: "El Apocalipsis debe ser entendido en el contexto histórico en el cual nació: Asia Menor- finales del siglo primero -, debe ser interpretado con el Espíritu con el cual fue escrito: el enfrentamiento económico, político, cultural, social y religioso del pueblo de Dios y de la comunidad cristiana con el imperio Romano y las fuerzas sobrenaturales del mal"[1].

La situación interna y el contexto socio-histórico de las personas que hacían parte de las primeras comunidades cristianas, su experiencia de fe con Jesús muerto y resucitado, las llevó a una procesual toma de conciencia de la necesidad de hacer algo por ellos mismos y por los demás seres humanos. A superar todas las taras personales que impiden al ser humano vivir en plena libertad y lo sumergen en un mundo de oscuridad, muerte e infelicidad: egoísmo, codicia, envidia, rencores, vanidad, miedos, inseguridades, etc. A superar un mundo dominado por la injusticia, la dominación, la sangre y la muerte, producto de la acción criminal del imperio romano. A esa nueva realidad que querían formar a nivel personal y comunitario le dieron el nombre de cielos nuevos y tierra nueva. 

No es música celestial. Es fuerza creadora y recreadora de Dios que impulsa a formar otro mundo que se hace posible con la apertura a la gracia de Dios y con el trabajo humano. Un mundo donde el mar (signo del mal y de la muerte) y sus consecuencias: luto, llanto, dolor, desesperación, frustración e infelicidad, ya no exista.

“La tierra y el cielo son nuevos y Jerusalén es nueva, porque en ellos la vida triunfa sobre la muerte, el orden sobre el caos y la luz sobre las tinieblas; la compasión triunfa sobre todo llanto, clamor y dolor; ya no hay maldición alguna. Lo que aquí se trasciende no es la materialidad o corporeidad, sino la muerte, el caos, las tinieblas, el sufrimiento, la maldición; sigue habiendo cielo, tierra, ciudad; sigue habiendo historia, pero ahora sin muerte y sin maldición.”[2]

Jesús, con su vida, con su palabra y su obra y con el amor con el cual hizo nuevas todas las cosas, empezó a hacer realidad un mundo sostenido con otros valores. La construcción de los cielos nuevos y la tierra nueva debe empezar desde el interior de cada persona. Ese mundo nuevo no se construye con la violencia de las armas, ni puede ser impulsado por deseos de poder o aparecer. Ese proyecto integral no puede ser animado por el desquite amargo ni el afán de lucro porque así el final no podría ser otro que el fracaso. 

Ese mundo sólo es posible construirlo con la fuerza del Amor. Pero no con cualquier amor, porque en la humanidad todos hablamos del amor, pero cada uno lo entiende a su manera.  Y no cualquier cosa es amor. Muchas veces el egoísmo y la avaricia se visten con un ropaje perfecto que aparenta ser amor, pero no lo son. Es el amor al estilo de Jesús. Lo nuevo no es que se hable del amor porque desde tiempos inmemoriales se habla del amor. Lo nuevo es el amor al estilo de Jesús. La sinceridad, el servicio, la cercanía, la entrega y la donación total con las cuales Jesús manifestó su amor a sus amigos y a toda la humanidad.

El amor al estilo de Jesús es el único que puede hacer que la nueva Jerusalén baje del cielo y se instale en la tierra. Por eso la invitación del Evangelio es muy concreta: “les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros como yo los he amado.”

El fragmento de los Hechos de los Apóstoles que leemos hoy narra el trabajo concreto de Pablo y Bernabé a favor de la construcción del Reino en distintas partes del mundo no judío. Por algo a Pablo se le llama “el Apóstol de los gentiles”. Aquí vemos una dinámica concreta para hacer posibles los cielos nuevos y la tierra nueva. Todo grupo humano necesita organizarse, las comunidades cristianas también. Todo grupo humano necesita líderes, las comunidades cristianas también. Aquí vemos cómo Pablo y Bernabé, animados con la oración y la fuerza del Espíritu Santo, establecieron una estructura organizativa que llevara la continuidad de la obra empezada por ellos.

Nos corresponde hoy tomar conciencia de nuestra situación interna y de nuestro contexto social. Nos corresponde como creyentes construir los cielos nuevos y la tierra nueva con la fuerza del amor al estilo de Jesús. ¿A qué más me siento invitado con esta Palabra?

[1] RICHARD Pablo, Apocalipsis, reconstrucción de la esperanza, Colección Biblia 65, Verbo Divino, Quito, 1999. 11

[2] RICHARD Pablo, Apocalipsis, reconstrucción de la esperanza, Colección Biblia 65, Verbo Divino, Quito, 1999. 222.

Moniciones y Oración Universal    En Power Point

Preguntas y comentarios a Neptalí Díaz Villán CSsR. :neptalidv@yahoo.com

           Mapa del sitio

 

¿Como evaluas nuestro servicio? 000w0"> Recargar
Nos gustaria saber lo que opina de este servicio.
Nombre:
E-Mail (Correo-e:
Preferencias:
Para marcar más de una opción mantén pulsada la tecla Control

Mensaje


Únte a nuestra comunidad Virtual Grupos: Yahoo y Hotmail 

EGrupos:  Scalando  Moniciones

 
 
¿Cómo suspiste de la existencia de esta página?
Buscando en la red
 
62.50%
Recomendada por un amigo
 
12.50%
Por diocidad (casualidad)
 
25.00%
Otros
 
 0.00%
Votos: 8
Comentarios
¡Ya has votado!