Scalando : Misioneros Redentoristas

  Archivos
Mayo 15 [1]
Dic 13 [6]
Nov 13 [5]
Feb 13 [4]
Ene 13 [1]
Dic 12 [8]
Nov 12 [6]
Oct 12 [9]
Sep 12 [11]
Ago 12 [7]
Jul 12 [12]
Jun 12 [13]
Mayo 12 [11]
Abr 12 [18]
Mar 12 [16]
Feb 12 [9]
Ene 12 [12]
Dic 11 [9]
Nov 11 [5]
Oct 11 [4]
Sep 11 [8]
Ago 11 [11]
Jul 11 [9]
Jun 11 [12]
Mayo 11 [10]
Abr 11 [17]
Mar 11 [3]
Feb 11 [6]
Ene 11 [2]
Dic 10 [8]
Nov 10 [11]
Oct 10 [7]
Sep 10 [9]
Ago 10 [10]
Jul 10 [11]
Jun 10 [13]
Mayo 10 [10]
Abr 10 [7]
Mar 10 [12]
Feb 10 [9]
Ene 10 [7]
Dic 09 [14]
Nov 09 [7]
Oct 09 [11]
Sep 09 [9]
Ago 09 [10]
Jul 09 [10]
Jun 09 [4]
Mayo 09 [5]
Abr 09 [13]
Mar 09 [13]
Feb 09 [14]
Ene 09 [8]
Dic 08 [13]
Nov 08 [2]
Oct 08 [7]
Sep 08 [4]
Ago 08 [10]
Jul 08 [4]
Jun 08 [10]
Mayo 08 [6]
Abr 08 [12]
Mar 08 [8]
Feb 08 [8]
Ene 08 [12]
Dic 07 [12]
Nov 07 [9]
Oct 07 [10]
Sep 07 [9]
Ago 07 [11]
Jul 07 [12]
Jun 07 [12]
Mayo 07 [8]
Abr 07 [13]
Mar 07 [16]
Feb 07 [8]
Ene 07 [9]
Dic 06 [14]
Nov 06 [8]
Oct 06 [10]
Sep 06 [9]
Ago 06 [5]


Sindicación
Artículos
Comentarios


Enlaces
Catholic
Domingo Vásquez
eGrupos
Fundación La Septentrional
Misioneros Redentoristas
Parroquia Santos Apóstoles Pedro y Pablo
Pastoral Vocacional
Provincia de San Juan
Vivencias Juveniles
ZoomBlog

 
Inicio | Mi Perfil | Suscríbete al blog
Octubre del 2008

 

Moniciones XXX Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo A

Enlace permanente 24 de Octubre, 2008, 14:46

Moniciones para a Misa

Por Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

 

Tiempo Ordinario – Ciclo A

 

XXX domingo: El mandamiento primero

26 de octubre de 2008

 

Monición de entrada

 

(El monitor saluda a la asamblea)  La Iglesia nos invita a reflexionar sobre el amor. Pero que éste amor no se quede en pensamientos, sino que con la ayuda divina, se transforme en obras. El señor Jesucristo nos presenta los dos polos de nuestro amor: Dios y el prójimo. Si no amamos a nuestro prójimo, especialmente a los más necesitados, nuestro amor a Dios es pura palabrería. y una refinada forma de egoísmo.  De pie por favor, para entonar la canción que dará inicio a nuestra celebración.

 

 Primera lectura Éxodo 22, 21-27 (Ira de Dios contra los explotadores)

  

En esta lectura, tomada del libro del Éxodo, leemos algunas prescripciones de carácter social dentro del "código de la alianza" . La justicia en abstracto no es suficiente. Dios tiene un amor especial hacia el olvidado y despreciado. Se nos pide que los acojamos a todos. Pongamos atención.

 

Segunda lectura I Tesalonicenses 1, 5c-10 (Abandonen los ídolos para servir a Dios)

  

San Pablo, da gracias a Dios por la fe de los nuevos cristianos convertidos del paganismo. Luego él termina con una vigorosa afirmación del monoteísmo y la reflexión de que Cristo murió y resucitó por nosotros. Escuchen atentos..

 

Tercera lectura Mateo. 22,34-40 (El mandamiento principal)

Entre los 613 mandamientos distinguidos por los maestros de Judá, los fariseos preguntaban a Jesús: "¿cuál es el mandamiento supremo?".  Jesús les da la respuesta ya presente en la Escritura de una forma nueva y radical. No es posible uno sin el otro. Nos ponemos de pie, para escuchar el  Santo Evangelio.

 

Oración Universal:

A cada invocación, ustedes responderán: “Gracias, Padre, por llamarnos dichosos” 

 

Por nuestra Iglesia, para que siempre muestre compasión por el necesitado, Roguemos al Señor.

 

Por los que trabajan con fondos públicos, para que sean justos y honestos y traten de ayudar a los pobres y necesitados, Roguemos al Señor.

 

Por nuestra parroquia N., para que compartamos nuestra fe con los demás, Roguemos al Señor.

 

Por los matrimonios para que sean fieles testigos del amor de Dios, Roguemos al Señor.

 

Por nosotros aquí presentes, para que vivamos este gran mandamiento del amor, no sólo de palabras sino de obras, Roguemos al Señor.

 

Exhortación Final

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 198)

 

Te damos gracias, Padre, porque Jesús nos resume tu ley

En un solo mandamiento, centrado en el amor a ti y al prójimo.

Gracias también porque tu espíritu nos permite amarte como hijos

Y abrirnos al hermano, completando el círculo del amor en Cristo.

 

Te reconocemos, Señor, como nuestro verdadero y único Dios

A quien debemos amar y servir con todo el ser, alma y corazón.

Y queremos también cumplir el mandato y testamento de Jesús:

Ámense unos a otros como yo los amé; así serán mis discípulos.

 

Ayúdanos, Señor, a abandonar los ídolos de nuestro egoísmo

Para centrarnos en el mandamiento principal y primero, porque

Amarte a ti y al prójimo es cumplir tu ley enteramente.

 

Amén.

 

Preguntas, comentarios y agradecimiento a: Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

Todo el material de esta publicación está libre de restricciones de derechos de autor y puede copiarse, reproducirse o duplicarse sin permiso alguno.  Sólo tiene que hacer una oración por las vocaciones redentoristas del Caribe.

www.scalando.com

| Referencias (0)


 

Homilís XXX Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo A

Enlace permanente 24 de Octubre, 2008, 14:42

En Camino.  Homilía

Por Neptalí Díaz Villán CSsR 

Tiempo Ordinario – Ciclo A

 

XXX domingo: Dios –yo- Prójimo

26 de octubre de 2008

 

El pueblo de Israel tuvo en sus orígenes a huérfanos, viudas, esclavos, mercenarios, inmigrantes, etc. Tiempo después, con la confederación de tribus como organización social y liderado por los jueces, logró una buena estabilidad. Una vez acomodados se olvidaron que una vez fueron pobres, cerraron su corazón a los necesitados y muchas veces se convirtieron en opresores, aprovechándose de los inmigrantes pobres, viudas o huérfanos, que huían de las guerras, de la opresión o la miseria, y llegaban a Israel. La legislación propuesta por el Éxodo (Ex 22, 20-26 - 1ra lect.), conducida por la mano de Dios, se puso a favor de esos débiles, sin importar la raza, religión, o procedencia. Dios siempre favorece al débil.

 

Si le damos una mirada a nuestro mundo, vamos a descubrir esa misma realidad. Cantidad de pobres que cuentan únicamente con sus manos para trabajar; sin tierra, sin dinero, sin conocimientos, sin influencias, mano de obra barata. Países con una deuda externa impagable, superando incluso su PIB. Alguien podría preguntar ¿Dónde esta Dios? O mejor podríamos preguntarnos ¿donde están y que hacen los que dicen creer en Dios? ¿Todavía pensando en la lipo-succión, la lipo-escultura, la válvula intragastrica u otras técnicas para bajar unos kilos por el desorden alimenticio?[1] ¿Todavía pensando en el sexo de los ángeles y en cuántos de estos caben en la cabeza de un alfiler?

 

Claro que son importantes las normas litúrgicas, entrar decorosamente al templo y conservar aquello que aun tiene valides en nuestra Iglesia y en nuestro mundo, pero los cristianos no podemos olvidar nuestra labor de ser sal de la tierra, luz del mundo, levadura que transforma la masa. ¿Se puede ser cristiano y la vez usurero, tramposo y explotador? Como decían nuestros viejos: ¿se puede prender una vela a la virgen y otra al diablo? El evangelio nos puede ayudar a responder.

 

El doctor de la Ley que se a cercó a Jesús para preguntarle no lo hizo con el fin de entablar un dialogo sincero, ni con deseos de ampliar el conocimiento, lo hizo para ponerlo a prueba y tener de que acusarlo. Con las limitaciones de toda legislación, la Ley de Israel, surgida a partir del Espíritu del Señor y del sentimiento colectivo de un pueblo y se deseo de vivir en plena libertad, había caído en manos de juristas que la utilizaban para su propio beneficio. La Ley del Sábado que era fruto del reclamo de los trabajadores que exigían un día para descansar y orar, lo habían convertido en día tétrico en el que no se podía caminar, cocinar o auxiliar a alguien.

 

Jesús puso por encima de cualquier precepto, el amor universal (ágape), que  está por encima del amor familiar (filia) y del amor de pareja (Eros). Ágape es el amor de Dios hacia toda la humanidad. Un amor movido por tres fuerzas básicas en el ser humano: corazón, alma y mente. El corazón (kardía), en sentido bíblico significa lo más profundo del ser humano, desde donde nacen los sentimientos, su sentido vital, los móviles de su accionar. El Alma (psixjé)[2] es el núcleo central, la esencia humana, la vida misma, la energía vital, el ser humano capaz de sensaciones y afectos. La mente (dianóia) es la razón, la inteligencia, las capacidades y posibilidades de desarrollo.

 

Queda claro que Jesús no pidió cositas, lo pidió todo. Amar con todo el corazón, alma y mente, es decir todo el ser humano dirigido en relación de Amor (ágape). Primero a Dios, porque Dios es la fuente del amor. Si mi relación con Dios es de amor y no de miedo, de misericordia y perdón, y no solo de normas, entonces podré vivir el amor, y comprenderé que nací para amar. Me amaré a mi mismo y ese amor gratuito, lo compartiré con mi prójimo. 

 

Es una lógica perfecta que también funciona con lo negativo. Si un niño recibe agresiones de personas, que como no se aman no pueden amar y dan de lo que tienen, si el medio le proporciona desprecios, violencia, etc., asumirá su vida con violencia, agresividad y desprecio. No se amará y pensará que ha nacido para la violencia así mismo y hacia los demás. Aunque en el fondo lo que busca es ser amado, hasta que no experimente el amor, estará incapacitado para amar. Recibo agresión –me agredo – soy agresivo. Recibo amor – me amo – doy amor.

 

El amor humano es imperfecto, está en camino, en vía de desarrollo, en vía de plenitud; nunca podemos decir que de nosotros solo brotan sentimientos de amor.  Así como por más agresión y violencia que una persona haya recibido y haya dado, no podemos decir que ya todo está perdido. Todos tenemos una oportunidad, la gran oportunidad: volver cada día al autor de la vida, a aquel que es puro Amor, a aquel que nos ama profundamente, dejarnos amar por Él y amarle con TODO. Nadie con más autoridad que aquel que dió su vida por los amigos, para invitarnos amar.

 

Como dice la Primera Carta de Juan (4,20-21), quien dice amar a Dios y no ama a su hermano es un mentiroso. Así mismo, amar a los demás sin amarnos a nosotros mismos es imposible, pues quien no se ama no puede amar. Es posible que camufle su patología, su desprecio por sí mismo con una supuesta filantropía absolutamente desinteresada, con una donación total y con algunos aparentemente sinceros signos de entrega y auto desprecio; pero tarde o temprano descubrirá su falacia o tal vez muera engañado y engañando a los más incautos.

 

El amor lo recibo de Dios, lo asumo, lo experimento y lo comunico a los demás. Somos seres sociables, necesitamos amar y ser amados, no podemos amarnos egoístamente. Es absolutamente falso decir que amamos a Dios y no amamos al prójimo; es una mentira cuando nuestras celebraciones litúrgicas, nuestro culto está desligado de un compromiso concreto en especial con el huérfano y la viuda, o sea con el débil (1ra lect.). Preguntémonos si somos parte de los explotadores y usureros, si por culpa nuestra o con nuestra indiferencia, haya personas que se acuesten sin su capa. ¿Nos hemos preguntado dónde va a dormir, donde va a estudiar o a curarse el desplazado, el marginado por las estructuras injustas de nuestro mundo? “Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente… y al prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se basan toda la Ley y los profetas”. Sin esto no tiene sentido nuestra fe, ni tiene sentido vivir. Con esto tenemos la plenitud de la vida; alrededor de ello podemos organizar nuestras fiestas litúrgicas, eclesiales, familiares, etc.

 

Preguntas, comentarios y agradecimiento a: Neptalí Díaz Villán CSsR 

Todo el material de esta publicación está libre de restricciones de derechos de autor y puede copiarse, reproducirse o duplicarse sin permiso alguno.  Sólo tiene que hacer una oración por las vocaciones redentoristas del Caribe.



[1] Claro que también hay algunos tipos de obesidad que obedecen a factores hereditarios, hormonales o psicológicos, que difícilmente se tratan con dietas o ejercicio. Entonces se requieren tratamientos médicos complejos y costosos.

[2] Psixjé (alma) es una palabra griega. Según la enseñanza de Platón el hombre está compuesto por cuerpo (malo) y alma (buena). “El Cuerpo es la cárcel del alma”, decía Platón. Se trataba de dos principios contradictorios. Pero aquí la palabra alma, aunque está escrita en griego, porque ese fue el idioma en el que se escribió el N.T., tiene un sentido judío, que es distinto.

www.scalando.com

| Referencias (0)


 

Moniciones XXX Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo A

Enlace permanente 21 de Octubre, 2008, 12:10

Autor: P. Domingo Vásquez Morales | Fuente: www.scalando.com
Moniciones para el Trigésimo Domingo del Tiempo Ordinario - Ciclo A

Entrada:

Hoy celebramos el trigésimo domingo del tiempo ordinario, designado también como el Domingo Mundial de las Misiones. Se nos invita a meditar y orar por la evangelización de los pueblos; responsabilidad de la iglesia, en una estrecha colaboración con todos los laicos comprometidos y los que nos identificamos como cristianos. Respaldemos aquellos hermanos que lejos de su hogar cumplen la misión que Cristo mismo les encomendara. Piensa en lo que puedes hacer para que alguien cercano a ti también tenga la oportunidad de conocer a Jesús, nuestro Salvador. De pie para recibir el celebrante de esta gran fiesta.

Primera Lectura: Zacarías: 8, 20-23

El profeta Zacarías anuncia que gente de todos los pueblos acudirán a Dios, buscando su salvación, confían en la gracia divina y no tienen reparos en hacer el mayor esfuerzo para poder llegar a ver la Jerusalén celeste. El mensaje de esta lectura tiene vigencia para nosotros y nos exhorta a dar lo mejor para también gozar de la vida eterna, que ganó para ti, nuestro Señor Jesucristo.

Segunda Lectura: Romanos 10, 9-18

San Pablo nos habla hoy de forma clara y precisa. Para ganar la salvación es necesario creer de corazón y declarar con nuestra boca que Cristo es el Señor. Este acto de fe es para toda la humanidad. Es responsabilidad de todos los creyentes llevar la Buena Nueva a todos los rincones de la tierra, para que la esperanza de salvación sea extensiva a los hombres y mujeres del orbe.

Tercera Lectura: Marcos 16, 15-20

El último mensaje de Jesús a sus discípulos, según San Marcos, pide que vayan por todo el mundo a predicar el Evangelio, que los diferentes pueblos conozcan la Buena Nueva y crean. Esta invitación a trabajar por el reino es extensiva a nosotros los cristianos de hoy, para que los que crean y se bauticen, para que salven.

Oración universal

A cada petición contestaremos: "Aquí estoy Señor, envíame a mí"

Por el Papa N., la Iglesia, obispos, presbíteros y diáconos; para que cumplan con amor y dedicación la misión que Cristo le encomendó, llevar la Buena Nueva a todos los pueblos de la tierra, roguemos...

Por los laicos comprometidos; para que sean instrumentos útiles a la Iglesia, facilitando el uso de los adelantos tecnológicos de comunicación para llevar el mensaje de amor de Cristo por toda la humanidad, roguemos...

Por los padres y madres; para que prediquen el Evangelio en el seno de su hogar, comenzando por los hijos que Dios le ha encomendado, roguemos...

Por el pueblo de Dios; para que comparta la gracia recibida con los marginados, enfermos y los que viven al margen de nuestras comunidades, roguemos...

Exhortación Final

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 198)

Te damos gracias, Padre, porque Jesús nos resume tu ley
en un solo mandamiento, centrado en el amor a ti y al prójimo.
Gracias también porque tu Espíritu nos permite amarte como hijos
y abrirnos al hermano, completando el círculo del amor en Cristo

Te reconocemos, Señor, como nuestro verdadero y único Dios
a quien debemos amar y servir con todo el ser, alma y corazón,
Y queremos también cumplir el mandato y testamento de Jesús:
ámense unos a otros como yo los amé; así serán mis discípulos.

Ayúdanos, Señor, a abandonar los ídolos de nuestro egoísmo
para centrarnos en el mandamiento principal y primero, porque
amarte a ti y el prójimo es cumplir tu ley enteramente.

Amén.

www.scalando.com

| Referencias (0)


 

Homilia XXX Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo A

Enlace permanente 21 de Octubre, 2008, 12:08

EN CAMINO

27 de octubre de 2008, domingo 30 del tiempo ordinario, ciclo “A”.

LECTURAS:

-         1ra lect.: Ex 22, 20-26

-         Sal 17, 3bc-4.47

-         2da lect.: 1Tes 1, 5c-10

-         Evangelio: Mt 22, 34-40

Autor: Neptalí Díaz Villán CSsR.   Fuente: www.scalando.com

 

DIOS  -  YO  -  PROJIMO

 

El pueblo de Israel tuvo en sus orígenes a huérfanos, viudas, esclavos, mercenarios, inmigrantes, etc. Tiempo después, con la confederación de tribus como organización social y liderado por los jueces, logró una buena estabilidad. Una vez acomodados se olvidaron que una vez fueron pobres, cerraron su corazón a los necesitados y muchas veces se convirtieron en opresores, aprovechándose de los inmigrantes pobres, viudas o huérfanos, que huían de las guerras, de la opresión o la miseria, y llegaban a Israel. La legislación propuesta por el Éxodo (Ex 22, 20-26 - 1ra lect.), conducida por la mano de Dios, se puso a favor de esos débiles, sin importar la raza, religión, o procedencia. Dios siempre favorece al débil.

 

Si le damos una mirada a nuestro mundo, vamos a descubrir esa misma realidad. Cantidad de pobres que cuentan únicamente con sus manos para trabajar; sin tierra, sin dinero, sin conocimientos, sin influencias, mano de obra barata. Países con una deuda externa impagable, superando incluso su PIB. Alguien podría preguntar ¿Dónde esta Dios? O mejor podríamos preguntarnos ¿donde están y que hacen los que dicen creer en Dios? ¿Todavía pensando en la lipo-succión, la lipo-escultura, la válvula intragastrica u otras técnicas para bajar unos kilos por el desorden alimenticio?[1] ¿Todavía pensando en el sexo de los ángeles y en cuántos de estos caben en la cabeza de un alfiler?

 

Claro que son importantes las normas litúrgicas, entrar decorosamente al templo y conservar aquello que aun tiene valides en nuestra Iglesia y en nuestro mundo, pero los cristianos no podemos olvidar nuestra labor de ser sal de la tierra, luz del mundo, levadura que transforma la masa. ¿Se puede ser cristiano y la vez usurero, tramposo y explotador? Como decían nuestros viejos: ¿se puede prender una vela a la virgen y otra al diablo? El evangelio nos puede ayudar a responder.

 

El doctor de la Ley que se a cercó a Jesús para preguntarle no lo hizo con el fin de entablar un dialogo sincero, ni con deseos de ampliar el conocimiento, lo hizo para ponerlo a prueba y tener de que acusarlo. Con las limitaciones de toda legislación, la Ley de Israel, surgida a partir del Espíritu del Señor y del sentimiento colectivo de un pueblo y se deseo de vivir en plena libertad, había caído en manos de juristas que la utilizaban para su propio beneficio. La Ley del Sábado que era fruto del reclamo de los trabajadores que exigían un día para descansar y orar, lo habían convertido en día tétrico en el que no se podía caminar, cocinar o auxiliar a alguien.

 

Jesús puso por encima de cualquier precepto, el amor universal (ágape), que  está por encima del amor familiar (filia) y del amor de pareja (Eros). Ágape es el amor de Dios hacia toda la humanidad. Un amor movido por tres fuerzas básicas en el ser humano: corazón, alma y mente. El corazón (kardía), en sentido bíblico significa lo más profundo del ser humano, desde donde nacen los sentimientos, su sentido vital, los móviles de su accionar. El Alma (psixjé)[2] es el núcleo central, la esencia humana, la vida misma, la energía vital, el ser humano capaz de sensaciones y afectos. La mente (dianóia) es la razón, la inteligencia, las capacidades y posibilidades de desarrollo.

 

Queda claro que Jesús no pidió cositas, lo pidió todo. Amar con todo el corazón, alma y mente, es decir todo el ser humano dirigido en relación de Amor (ágape). Primero a Dios, porque Dios es la fuente del amor. Si mi relación con Dios es de amor y no de miedo, de misericordia y perdón, y no solo de normas, entonces podré vivir el amor, y comprenderé que nací para amar. Me amaré a mi mismo y ese amor gratuito, lo compartiré con mi prójimo. 

 

Es una lógica perfecta que también funciona con lo negativo. Si un niño recibe agresiones de personas, que como no se aman no pueden amar y dan de lo que tienen, si el medio le proporciona desprecios, violencia, etc., asumirá su vida con violencia, agresividad y desprecio. No se amará y pensará que ha nacido para la violencia así mismo y hacia los demás. Aunque en el fondo lo que busca es ser amado, hasta que no experimente el amor, estará incapacitado para amar. Recibo agresión –me agredo – soy agresivo. Recibo amor – me amo – doy amor.

 

El amor humano es imperfecto, está en camino, en vía de desarrollo, en vía de plenitud; nunca podemos decir que de nosotros solo brotan sentimientos de amor.  Así como por más agresión y violencia que una persona haya recibido y haya dado, no podemos decir que ya todo está perdido. Todos tenemos una oportunidad, la gran oportunidad: volver cada día al autor de la vida, a aquel que es puro Amor, a aquel que nos ama profundamente, dejarnos amar por Él y amarle con TODO. Nadie con más autoridad que aquel que dió su vida por los amigos, para invitarnos amar.

 

Como dice la Primera Carta de Juan (4,20-21), quien dice amar a Dios y no ama a su hermano es un mentiroso. Así mismo, amar a los demás sin amarnos a nosotros mismos es imposible, pues quien no se ama no puede amar. Es posible que camufle su patología, su desprecio por sí mismo con una supuesta filantropía absolutamente desinteresada, con una donación total y con algunos aparentemente sinceros signos de entrega y auto desprecio; pero tarde o temprano descubrirá su falacia o tal vez muera engañado y engañando a los más incautos.

 

El amor lo recibo de Dios, lo asumo, lo experimento y lo comunico a los demás. Somos seres sociables, necesitamos amar y ser amados, no podemos amarnos egoístamente. Es absolutamente falso decir que amamos a Dios y no amamos al prójimo; es una mentira cuando nuestras celebraciones litúrgicas, nuestro culto está desligado de un compromiso concreto en especial con el huérfano y la viuda, o sea con el débil (1ra lect.). Preguntémonos si somos parte de los explotadores y usureros, si por culpa nuestra o con nuestra indiferencia, haya personas que se acuesten sin su capa. ¿Nos hemos preguntado dónde va a dormir, donde va a estudiar o a curarse el desplazado, el marginado por las estructuras injustas de nuestro mundo? “Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente… y al prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se basan toda la Ley y los profetas”. Sin esto no tiene sentido nuestra fe, ni tiene sentido vivir. Con esto tenemos la plenitud de la vida; alrededor de ello podemos organizar nuestras fiestas litúrgicas, eclesiales, familiares, etc.



[1] Claro que también hay algunos tipos de obesidad que obedecen a factores hereditarios, hormonales o psicológicos, que difícilmente se tratan con dietas o ejercicio. Entonces se requieren tratamientos médicos complejos y costosos.

[2] Psixjé (alma) es una palabra griega. Según la enseñanza de Platón el hombre está compuesto por cuerpo (malo) y alma (buena). “El Cuerpo es la cárcel del alma”, decía Platón. Se trataba de dos principios contradictorios. Pero aquí la palabra alma, aunque está escrita en griego, porque ese fue el idioma en el que se escribió el N.T., tiene un sentido judío, que es distinto.

www.scalando.com

| Referencias (0)


 

Moniciones XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo A

Enlace permanente 7 de Octubre, 2008, 0:38

Moniciones para a Misa

Por Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

 

Tiempo Ordinario – Ciclo A

 

XXVIII  domingo: Invitados a la fiesta del reino

12 de octubre de 2008

 

Monición de entrada

Buenos días (tardes, noches).  El tema de la invitación al banquete que se nos presenta en las lecturas de este vigésimo octavo domingo, puede ser una ocasión propicia para revisar aquellos elementos de la celebración, que son precisamente, típicos de una fiesta centrada en un banquete. ¿Qué invitará a participar del banquete?  El testimonio que demos día a día los miembros de la comunidad cristiana.

La Eucaristía es un anticipo real del banquete del Reino de Dios.   Participemos en ella con el traje de fiesta de nuestra fe, que como los precios, va aumentando y produciendo los frutos que Dios espera de nosotros.

 

Primera Lectura: Isaías 25, 6-10a (Festín y bonanza de los tiempos mesiánicos)

La imagen del banquete era utilizada por los sabios en el Antiguo Testamento para describir el gozo que proporciona el festín de la sabiduría.  Al final de los tiempos, viene a decirnos hoy el profeta Isaías, Yavé preparará para todos los pueblos un festín extraordinario, en este festín podrán participar cuantos tengan hambre, aunque no tengan dinero.

 

Segunda Lectura: Filipenses 4, 12-14 (Todo lo puedo en aquel que me conforta)

San Pablo agradece a la comunidad de Filipos la ayuda económica que le han prestado cuando éste se ha encontrado necesitado.  Al mismo tiempo habla de la fuerza de Dios, que le hace capaz de vivir en cualquier situación.

 

Tercera Lectura: Mateo 22, 1-14 (Parábola del banquete de boda)

Hoy Mateo nos trae la parábola del banquete nupcial, conectada con la del domingo pasado, y viene a demostrar concretamente la conclusión de la misma.  La diocidencia entre ambas parábolas se refiere a los destinatarios; a la idea, la salvación para todos los pueblos; a los mensajeros, los profetas y sobre todo Cristo, como figura central del plan e historia de salvación que ambas parábolas resumen.

 

 

Oración universal

 

A cada petición contestaremos: “Queremos habitar en tu casa, Señor”.

 

Por la Iglesia, enviada por Cristo a invitar a todos a entrar en la sala del banquete; para que sepa hacer atrayente su llamada, roguemos al Señor.

 

Por los que rechazan la invitación a participar en el banquete del reino de Dios; para que descubran en Él el gozo de la salvación, roguemos al Señor.

 

Por los que se sienten marginados de la sociedad y por los que recelan sentarse a la mesa con ellos; para que sepan abrirse unos a otros y celebren en el banquete de la reconciliación con Dios, roguemos al Señor.

 

Por cada uno de nosotros, que nos sentamos a la mesa de la Eucaristía; para que no incurramos en la contradicción de rehusar la invitación del Señor, como los invitados de la parábola, a participar en el banquete fraternal del reino de Dios, roguemos al Señor.

 

Exhortación Final

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 192)

 

Te bendecimos, Padre, con los pobres de la tierra

porque nos reservamos un puesto de honor en la vida

y en la mesa abierta y fraternal del banquete de tu reino,

donde el cuerpo de Cristo es nuestro pan familiar

 

Bendito seas, Señor, por Jesucristo, tu hijo

que es el novio de tus bodas con la humanidad y la Iglesia.

Líbranos de la locura de rechazar tu invitación deferente

con las ridículas excusas de nuestra miope insolidaridad.

 

Revístenos de la condición nueva de  nuestro bautismo,

como hombres  y mujeres nacidos en Cristo por el Espíritu,

para ser dignos de sentarnos  a tu mesa para siempre

 

Amén.

 

Formato para imprimir

Preguntas, comentarios y agradecimiento a: Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

Todo el material de esta publicación está libre de restricciones de derechos de autor y puede copiarse, reproducirse o duplicarse sin permiso alguno.  Sólo tiene que hacer una oración por las vocaciones redentoristas del Caribe.

Cadena de oración: http://www.scalando.com/orando.htm

www.scalando.com

| Referencias (0)


 

Homilia XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario ciclo A

Enlace permanente 7 de Octubre, 2008, 0:33

EN CAMINO

Tiempo Ordinario, ciclo “A”

 

12 de octubre de 2008 XXVIII Domingo

 

Autor: Neptalí Díaz Villán; C.Ss.R.                            Fuente: www.scalando.com

 

-          1ra lect.: Isaías 25,6.10a

-          Sal 22,1-6

-          2da lect.: Fil 4,12-14.19-20

-          Evangelio: Mt 22,1-14

 

 

¡Todo esta listo, vengan a la boda!

 

La parábola de hoy está cargada de símbolos: un Padre, su Hijo, una Boda, una Fiesta, unos invitados que se niegan a ir, las consecuencias de dicho rechazo, la invitación que se generaliza a todos y un personaje anónimo que por no llevar traje de fiesta es expulsado del banquete.

 

La figura de la boda es común a todas las culturas, siempre como signo de alegría y esperanza, amor y entrega confiada. Los profetas para anunciar la acción gratificante y salvífica de Dios, lo mostraron como el novio que se desposa con su novia: “como un joven que se casa con su novia, así te desposa el que te construyó; la alegría que encuentra el marido con su esposa, la encontrará tu Dios contigo” (Is 62,5). Jesús igualmente, nos mostró la relación con Dios por medio de signos que expresan alegría, misericordia y perdón: el Padre que recibe lleno de alegría a su hijo pródigo, el pastor que encuentra a su oveja perdida, la señora que encuentra la moneda y llama a sus vecinas para que compartan su alegría… y no podía faltar la figura de la boda.

 

Y con la boda, el banquete. En aquella situación que le tocó vivir a Jesús, la comida era uno de los grandes problemas sin resolver. Hoy el mundo ha pasado de 800 a 920 millones de hambrientos. Especialmente en los llamados países del tercer mundo hay más de 750 millones de seres humanos, entre ellos 150 millones de niños menores de 5 años, según la ONU, padecen hambre, desnutrición y sus consecuencias. Comer para muchos es un lujo, y un banquete algo que tan sólo pueden imaginar.

 

La Parábola, al igual que todo el nuevo testamento, con una redacción marcada por la resurrección y la concepción de Jesús como el Hijo de Dios, nos muestra al Padre Dios alegre por la celebración de la Boda de su Hijo. Las comunidades cristianas vieron en Jesús al Verbo encarnado enviado para desposarse con ellas y entregarles todo el amor de Dios. Descubrieron cómo con él se veían realizadas las promesas hechas a sus padres y a los profetas, porque rescató el Proyecto de Yahvé, dándole un impulso renovador y universal, buscando el bien común y rompiendo todas sus cadenas. No quería ver a su Pueblo esclavo, cansado y extenuado, triste y encorvado; lo quería ver como la esposa se su Hijo: alegre, bienaventurada, plena y realizada.

 

En el presente relato encontramos a unos primeros invitados: el pueblo de Israel, en especial sus autoridades, encargadas de llevar la batuta. Pero estos no aceptaron la invitación, es más, maltrataron y mataron a los que insistían en invitarlos al banquete. Algo que ellos consideraban más importante les impidió ir a la fiesta: sus tierras y sus negocios, que en aquella época eran los medios de producción y las estructuras de comercio. Elementos básicos para el desarrollo de un pueblo cuando están al servicio de la sociedad; o también, el complemento para manipular la economía, aumentar los ingresos de los poderosos y la desgracia de los empobrecidos víctimas del egoísmo, la codicia y la explotación del hombre por el hombre.

 

Jesús no excluyó a nadie; reconoció que era muy importante contar con estas personas para construir su Proyecto. De esta manera, las autoridades civiles y religiosas, los medios de producción y el mercado estarían al servicio de la vida. Su aporte era muy importante para construir  una nueva humanidad y celebrar el gran banquete de bodas.

 

Pero no fueron. Bien decía Marco Tulio Cicerón: “No solamente es ciega la fortuna, sino que de ordinario vuelve también ciegos a aquellos a quienes acaricia.” En vez de poner su vida y sus bienes al servicio del Reino, prefirieron continuar con su egoísmo. Se auto excluyeron del banquete y eso generó caos, muerte, tanto para ellos como para el resto de la humanidad. Los anhelos de justicia se vieron truncados por el egoísmo y la voracidad de los que manipulaban el mundo contemporáneo de Jesús.

 

¿Porque ellos no quisieron unirse al Reino todo se acabó? ¿Porque los poderosos sólo quisieron más poder y los ricos más riqueza, no se pudo trabajar por el Reino? ¡De ninguna manera! Dios no se dio por vencido. La Boda estaba lista, el Reino no podía detenerse. Buscó otro camino, un plan B que resultó mejor: construir su Reino desde abajo, desde otro lugar social, con la gente del común, con los que andaban a pie por los cruces de los caminos, malos y buenos. El montón de gente que el mundo desechaba, los no invitados al banquete, los que no gozaban del “mundo de privilegios”, y los gentiles que no pertenecían al “pueblo de Dios”. Ellos aceptaron mejor la invitación, no  porque fueran mejores, sino sencillamente porque no tenían nada que perder, su condición los hacía más asequibles a la propuesta. “Y la sala del banquete se llenó de comensales”.

 

La última parte de la parábola fue introducida por el redactor final del evangelio; la versión lucana (Lc 14,15-24) no la tiene. Pero alguien no tenía traje de fiesta…y fue echado del lugar. Alguien podía preguntar: ¿pero cómo iba a tener traje de fiesta si lo encontraron en el camino y lo invitaron al banquete? Pero tiene su sentido simbólico. Para realizar su proyecto Jesús no cobró derechos de autor, lo ofreció gratuitamente a toda la humanidad e invitó a todos a construirlo, pero exigió una transformación de vida. El evangelio no defiende de manera romántica y paternalista a los pobres, no quiere generar dependencia e irresponsabilidad, al contrario quiere despertar las conciencias.

 

Tenemos varios textos donde se nos habla del traje para la fiesta, sobre todo en el libro del Apocalipsis: el vestido blanco (Ap 3,4-5.18) o el vestido de lino fino deslumbrante de blancura (19,8) “en todos estos pasajes el vestido blanco o el vestido de la vida y de la gloria que nunca envejece ni pasa, es símbolo de la justicia dada por Dios (Is 61,10), y el hecho de revestirse con este vestido es símbolo de la pertenencia a la comunidad de los redimidos… conversión en el sentido de Jesús, es el vestido de boda y la luz que arde (Mt 5,16), es el rostro ungido con óleo (6,17), es la música y el baile (Lc 15,25), es la alegría, la alegría del hijo que puede volver a casa y la alegría de Dios, mayor que la tiene por noventa y nueve justos. Pero el regreso a casa sólo es auténtico cuando renueva la vida”. (Joachim Jeremías).

 

Hoy la invitación al banquete esta dada, es universal, a todo el mundo, y a cada uno. Miremos nuestra vida, seamos de los primeros o de los segundos, estamos invitados de igual manera. Todos podemos dar nuestro aporte al Reino desde nuestros diferentes carismas. ¡Pero ojo! Pongámonos el traje de fiesta. Veamos si tenemos un traje blanqueado con la sangre del Cordero o si estamos manchados con la sangre inocente derramada por nuestra culpa o con nuestra mirada indiferente. Cada uno pude auto excluirse o aceptar esta invitación gratuita. Aceptar la invitación dignamente y disponernos a vivirla es la mejor opción: pues como dice Isaías (1ra lect.) Él aniquilará la muerte, enjugará las lágrimas.... celebremos, gocemos con su salvación... Aquí está nuestro Dios

Formato para imprimir Comentarios al autor: neptalidv@yahoo.com

Cadena de oración: http://www.scalando.com/orando.htm

 

Todo el material de esta publicación está libre de restricciones de derechos de autor y puede copiarse, reproducirse o duplicarse sin permiso alguno.  Sólo tiene que hacer una oración por las vocaciones redentoristas del Caribe.

www.scalando.com

| Referencias (0)


 

Moniciones XXVII Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo A

Enlace permanente 2 de Octubre, 2008, 21:39

Moniciones para a Misa

Por Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

 

Tiempo Ordinario – Ciclo A

 

XXVII  domingo: Dios traspasa el reino

5 de octubre de 2008

 

Monición de entrada

Buenos días (tardes, noches).  El domingo pasado, guiados por el profeta Ezequiel, reflexionábamos sobre la responsabilidad que supone poner en juego la libertad.  Hoy el profeta Isaías vuelve sobre el tema, pero poniendo el acento en la responsabilidad colectiva.  El proyecto amoroso de Dios se dirige a todos y es para todos.  Y para hacerlo posible busca a personas dispuestas, como diría San Pablo, a pelear por lo verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable.  La invitación es a estar atentos porque llega el Señor para ver cómo anda nuestro trabajo.

 

Primera Lectura: Isaías 5, 1-7 (La viña del Señor de los ejércitos es Israel)

El cántico de la viña es una bella composición poética extraída del libro del profeta Isaías que alaba el amor y la solicitud de un propietario por su viña.  Hay que prestar mucha atención a esta lectura porque es el trasfondo literario y teológico del texto evangélico que escucharemos hoy.

 

Segunda Lectura: Filipenses 4, 6-9 (Todo lo que es virtud ténganlo en cuenta y practíquenlo)

Estamos leyendo como segunda lectura la carta de Pablo a los filipenses, una carta llena de simpatía y afecto.  Hay en esta carta una serie de recomendaciones relacionadas con actitudes que deben ser características de los cristianos. 

 

Tercera Lectura: Mateo 21, 28-32 (Parábola de los viñadores homicida)

Si pusiste atención a la primera lectura, pudiste entender qué significa la viña en el Antiguo Testamento, podrás captar mejor la parábola de Jesús con todo el eco que tenía para sus oyentes.

 

 

Oración universal

 

A cada petición contestaremos: “Confiamos en tu Misericordia, Señor”.

 

Para que la Iglesia sea siempre fiel a su misión: anunciar el reino de Dios, procurar que su anuncio llegue a todos.  Oremos…

 

En todos los tiempos Dios envía mensajeros que anuncien con fuerza el Evangelio y remuevan las conciencias.  Para que escuchemos dócilmente la voz de los profetas –la voz del mismo Cristo–, y no se endurezca nuestro corazón.  Oremos…

 

La constante tentación es de edificar nuestra vida sobre nosotros mismos.  Para que descubramos al que es la piedra angular, fundamento de todo edificio.  Oremos…

 

Para que temamos nos sea quitado también a nosotros el reino de Cristo, el Señor, si no damos fruto a su tiempo.  Oremos…

 

Exhortación Final

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 189)

 

Te bendecimos, Padre, porque tu amor nos eligió

como tu pueblo, como la viña que tú cuidas con ternura;

en ella el cáliz del vino nuevo de la sangre de Cristo

sella por tu Espíritu la nueva alianza con tu pueblo, la Iglesia.

 

Tanto amaste al hombre que le diste a tu propio Hijo.

Y él se entregó incondicionalmente en manos de los pecadores,

para que de su sangre derramada naciera el nuevo pueblo,

como de la uva prensada nace el vino joven de la fiesta.

 

Haz, Señor, que en la viña de tu Iglesia podamos ofrecerte

no los agrazones de nuestro egoísmo, sino frutos maduros

de la humanidad, fraternidad, solidaridad, justicia y paz. Amén.

 

Formato para imprimir

Preguntas, comentarios y agradecimiento a: Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

Todo el material de esta publicación está libre de restricciones de derechos de autor y puede copiarse, reproducirse o duplicarse sin permiso alguno.  Sólo tiene que hacer una oración por las vocaciones redentoristas del Caribe.

Cadena de oración: http://www.scalando.com/orando.htm

www.scalando.com

| Referencias (0)



Blog alojado en ZoomBlog.com

 

 

<<   Octubre 2008  >>
LMMiJVSD
    1 2 3 4 5
6 7 8 9 10 11 12
13 14 15 16 17 18 19
20 21 22 23 24 25 26
27 28 29 30 31   

Categorías
General [61] Sindicar categoría
Beatos [3] Sindicar categoría
En Camino [259] Sindicar categoría
Moniciones [389] Sindicar categoría
Reflexiones [20] Sindicar categoría
Santos [7] Sindicar categoría
Virgen María [9] Sindicar categoría