Scalando : Misioneros Redentoristas

  Archivos
Mayo 15 [1]
Dic 13 [6]
Nov 13 [5]
Feb 13 [4]
Ene 13 [1]
Dic 12 [8]
Nov 12 [6]
Oct 12 [9]
Sep 12 [11]
Ago 12 [7]
Jul 12 [12]
Jun 12 [13]
Mayo 12 [11]
Abr 12 [18]
Mar 12 [16]
Feb 12 [9]
Ene 12 [12]
Dic 11 [9]
Nov 11 [5]
Oct 11 [4]
Sep 11 [8]
Ago 11 [11]
Jul 11 [9]
Jun 11 [12]
Mayo 11 [10]
Abr 11 [17]
Mar 11 [3]
Feb 11 [6]
Ene 11 [2]
Dic 10 [8]
Nov 10 [11]
Oct 10 [7]
Sep 10 [9]
Ago 10 [10]
Jul 10 [11]
Jun 10 [13]
Mayo 10 [10]
Abr 10 [7]
Mar 10 [12]
Feb 10 [9]
Ene 10 [7]
Dic 09 [14]
Nov 09 [7]
Oct 09 [11]
Sep 09 [9]
Ago 09 [10]
Jul 09 [10]
Jun 09 [4]
Mayo 09 [5]
Abr 09 [13]
Mar 09 [13]
Feb 09 [14]
Ene 09 [8]
Dic 08 [13]
Nov 08 [2]
Oct 08 [7]
Sep 08 [4]
Ago 08 [10]
Jul 08 [4]
Jun 08 [10]
Mayo 08 [6]
Abr 08 [12]
Mar 08 [8]
Feb 08 [8]
Ene 08 [12]
Dic 07 [12]
Nov 07 [9]
Oct 07 [10]
Sep 07 [9]
Ago 07 [11]
Jul 07 [12]
Jun 07 [12]
Mayo 07 [8]
Abr 07 [13]
Mar 07 [16]
Feb 07 [8]
Ene 07 [9]
Dic 06 [14]
Nov 06 [8]
Oct 06 [10]
Sep 06 [9]
Ago 06 [5]


Sindicación
Artículos
Comentarios


Enlaces
Catholic
Domingo Vásquez
eGrupos
Fundación La Septentrional
Misioneros Redentoristas
Parroquia Santos Apóstoles Pedro y Pablo
Pastoral Vocacional
Provincia de San Juan
Vivencias Juveniles
ZoomBlog

 
Inicio | Mi Perfil | Suscríbete al blog
Febrero del 2010

 

Moniciones para el II Domingo de Cuaresma Ciclo C

Enlace permanente 21 de Febrero, 2010, 21:24

Moniciones para a Misa

Por Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

 

Tiempo de Cuaresma

 

II Domingo

Una experiencia de oración

Lecturas:

-          1ra lect.: Gn 15, 5-12.17-18

-          Sal 26

-          2da lect.: Filp 3,17-4,1

-          Evangelio: Lc 9,28-36

 

28 de febrero de 2010

 

Monición de entrada

 

En nuestro camino de conversión cuaresmal, camino que nos lleva a la Pascua, nos reunimos domingo tras domingo para dejar penetrar en nuestro corazón la llamada de Dios y para recibir su fuerza en su cuerpo y su sangre.  Abrámonos al Señor, Él va delante de nosotros.  No nos cerremos ante su gracia.  De pie, por favor, para entonar el canto de entrada para iniciar nuestra celebración eucarística.

 

Primera lectura: Génesis 15, 5-12.17-18 (Alianza de Dios con Abrahán)

 

 

Escucharemos, del libro de Génesis, la historia de Abraham, una historia caracterizada por la iniciativa de Dios, quien lo llama y le hace una serie de promesas.  La más importante es una descendencia numerosa.  La reacción de Abraham se resume en una palabra: CONFIANZA.  Éste cree en la promesa de Dios, y por ello es considerado, en la tradición bíblica, como el padre en la fe.

 

Segunda lectura: Filipenses 3, 17-4,1 (Cristo nos transformará según el  modelo de su cuerpo glorioso)

 

San Pablo se pone él mismo como ejemplo a imitar.  Esto lo hace para que los cristianos de la comunidad de Filipos tengan un modelo concreto y conocido por todos en su vida cristiana.  Esta invitación es posible porque el apóstol está convencido de que él mismo es un imitador de Cristo, que es en realidad el único modelo realmente válido para nosotros los cristianos.  Escuchen la exhortación de Pablo a los filipenses.

 

Tercera lectura: Lucas, 9, 28b-36 (Mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió)

 

Lucas nos presenta a Jesús en la montaña en oración.  En muchas ocasiones el tercer evangelista nos habla de la oración, y sobre todo, de la oración de Jesús, especialmente en momentos significativos de su vida.  Lo que pretende san Lucas es mostrarnos que Jesús vivió en relación permanente con el Padre.  Nos presenta el relato de la transfiguración en la montaña, evocando el acercamiento a Dios, según la tradición bíblica de ver en la montaña como el lugar privilegiado de comunicación con Dios.  De pie, por favor, para la proclamación evangélica de hoy.

 

Oración Universal:

 

Por la Iglesia; para que incesantemente se refuerce en sus instituciones y se renueve en sus miembros, según el modelo que es Cristo, roguemos al Señor.

Por los que buscan a Dios sin saberlo, por los que viven sin esperanza; para que puedan descubrir, en la vida de los creyentes, el verdadero rostro del Dios vivo, revelado en Cristo, roguemos al Señor.

Por los pensadores, los poetas, los artistas, los educadores, los científicos, los técnicos, los legisladores, los gobernantes, y por todos los que colaboran en transfigurar este mundo; para que el común esfuerzo de todos fructifique en una sociedad mejor, según el proyecto de Dios, roguemos al Señor.

Por nosotros, llamados a pasar de la oscuridad a la luz de la fe: para que no nos desanimemos y confiemos en quien hace nueva todas las cosas, roguemos al Señor.

  

Exhortación final

(Tomado de B. Caballero: La Palabra Cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 451)

 

Gracias te damos, Señor, Dios Padre nuestro,

por la esperanza que alientas en el corazón de tus hijos:

Jesucristo, tu Hijo y nuestro Salvador, el Señor transfigurado,

transformará nuestra condición terrena y caduca

según el modelo de su condición gloriosa y eterna,

con esa energía que posee para sometérselo todo.

 

Necesitamos, Señor, contactar contigo por la oración,

para reafirmarnos en nuestra propia identidad cristiana,

para serte fieles en el momento de la prueba de la fe,

para vivir como hijos tuyos y hermanos de los hombres,

para anticipar en la noche de la luz esplendorosa de pascua

 

Amén.

 

Todo el material de esta publicación está libre de restricciones de derechos de autor y puede copiarse, reproducirse o duplicarse sin permiso alguno.  Sólo tiene que hacer una oración por las vocaciones redentoristas del Caribe.

 

Comunícate conmigo: Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

Formato para imprimir

 

¡Predicar el Evangelio de un modo nuevo! Renovada esperanza,, renovados corazones, renovadas estructuras para la misión.                                                                                                                               ¡Predicar el Evangelio de un modo nuevo! Renovada esperanza,, renovados corazones, renovadas estructuras para la misión.

| Referencias (0)


 

Homilia para el II Domigo del Tiempo de Cuaresma- Ciclo C

Enlace permanente 21 de Febrero, 2010, 19:06

EN CAMINO

Tiempo de Cuaresma, ciclo “C”

 

II Domingo

 28 de febrero de 2010

Autor: Neptalí Díaz Villán; C.Ss.R.                            Fuente: www.scalando.com

 

-      1ra lect.: Gn 15, 5-12.17-18

-      Sal 26

-      2da lect.: Filp 3,17-4,1

-      Evangelio: Lc 9,28-36

 

Un Cristo sin cruz

Pablo en la carta a los Filipenses que leemos hoy, denunció la actitud de muchos cristianos que con su manera de proceder se mostraban enemigos de la cruz de Cristo. ¿Cuándo somos enemigos de la cruz de Cristo?

A muchos grupos cristianos les molesta la cruz porque, según ellos, es signo de maldición, ya que el libro del Deuteronomio dice: “Si un hombre, culpable de algún delito que merece la muerte, ha sido ajusticiado y colgado de un árbol, su cuerpo no pasará la noche colgado, sino que lo enterrarás el mismo día, porque un colgado es maldición de Dios” (Dt 21,22-23ª).

Otro grupo porta en el pecho la cruz como un elemento de lujo o como una especie de amuleto para la protección. Con mucha frecuencia se ve a las personas signarse con la cruz en diversos momentos: al empezar un camino, cuando se va a cerrar algún negocio (así haya trampa de por medio), en el momento de presentar un examen o una entrevista, etc. Muchas veces se portan cruces y se hacen signos, sin alguna vinculación real con la cruz de Cristo.

Por lo general nos gusta más una vida cristiana chévere, tranquila y sin mucho compromiso real. “Tranquilo, cógela suave”, suele repetir mucha gente. Porque nos gusta más el Cristo superestrella, el Padre bonachón y el Espíritu Santo que calienta el corazón. Cristo sí, pero la cruz de Cristo nos asusta.

Caemos muchas veces, en lo que Von Hepher llamó la gracia barata. Para este teólogo protestante la gracia barata es el más grande y mortal enemigo de la Iglesia. Se manifiesta en el perdón sin arrepentimiento ni deseo sincero de cambio, en los sacramentos sin proceso y en una fe tibia y sin compromiso real con Jesús. Detrás de la gracia barata se presenta la imagen de un dios abuelo, bueno, manso y alcahuete de sus nietos.

Cuando hablamos de personas comprometidas, a veces pensamos que son aquellas que van a todos los grupos de la parroquia y no se pierden la movida de una banca. Otros piensan que tomar la cruz de Cristo es aceptar de manera pasiva los dolores de cada día: un marido irresponsable, unos hijos malcriados, un jefe injusto, un gobierno corrupto… y todo con la “paciencia” de los borregos.

Pero eso de aguantar y dejar que las cosas sigan su curso; eso de dejarle todo a Dios para que al final castigue a los malos y premie a los buenos, es un somnífero peligroso que utilizan muy bien quienes saben explotar a los “creyentes” incautos.

Tomar con gallardía las cruces, incomodidades y dolores de cada día, sí. No se trata de evadir la realidad sino de reconocerla, enfrentarla y asumirla para mejorarla, no sólo con fuerza humana sino también con la gracia de Dios. Se trata de tomar conciencia de mi realidad interna y externa, de mi ser y quehacer, y de asumir el riesgo que implica el compromiso de la causa de Jesús. Porque una cosa es decir Señor, Señor, que a nadie la trae problemas, y otra cosa es asumir su camino y trabajar por su causa que tal vez nos ponga en apuros.

No se trata de buscar el dolor sino de asumir el dolor que pueda traer el trabajo por el Reino. Es peligroso y equivocado canonizar la cruz por sí misma y el dolor por el dolor. No toda cruz es la de Cristo, no toda cruz es salvadora. La cruz de Cristo presupone el seguimiento y la participación en su misión redentora. Tomar la cruz es seguirlo hasta las últimas consecuencias, incluidas la persecución y la muerte. Aunque no toda persecución y muerte es por Cristo. No se trata de los perseguidos por cualquier causa, sino por la causa de la justicia, por la causa de Jesús.

Muchas veces nuestra vida religiosa se limita a pedir favores para satisfacer nuestras necesidades reales o creadas, sin alguna vinculación con el camino de Jesús. Como cuando “amamos” a alguien con un móvil egoísta, solamente por lo que nos pueda ofrecer esa persona: Ya se lo había dicho yo muchas veces y ahora se lo repito con lágrimas en los ojos: hay muchos que con su manera de proceder se muestran enemigos de la cruz de Cristo. Ellos no tienen otro paradero que la perdición, su dios es el estómago, y se sienten muy orgullosos de cosas que deberían avergonzarlos. No piensan más que en las cosas de la tierra.” (Fil 3,18-19).

Aquí no se invita a olvidarnos de las cosas de la tierra ni a andar como zombis, sino a superar al hombre cargado de miedos, egoísmos, avaricia y de todo aquello que nos impulsa a ser rastreros y mezquinos con los demás seres humanos. A trabajar con todo nuestro ser por un mundo nuevo y mejor, más humano, más solidario, más digno y feliz. Así seremos ciudadanos del cielo. Los ciudadanos del cielo no son quienes desprecian este mundo para entrar como ángeles al paraíso, sino quienes dan lo mejor de sí mismos para hacer realidad desde ahora ese paraíso, con el peligro que eso pueda traer.

 

Transfiguración

Los evangelistas nos presentan a Jesús como un hombre muy activo: un hombre que predica, sana, escucha, camina e invita al seguimiento. Un maestro que enseña con parábolas, con discursos, con preguntas, silencios y, sobre todo con su vida. Un hombre activo pero no superficial. Detrás de ese hombre activo y luchador había un ser humano con una alta calidad y una constante comunicación con Dios, un hombre de profunda oración.

Jesús subió a la montaña para orar con tres de sus discípulos más cercanos. La montaña es signo del encuentro con Dios. Otras veces lo hizo solo, esta vez lo hizo acompañado. Iban de camino a Jerusalén y sacaron un espacio para orar. Había una sensación agridulce en los discípulos. Alegría por estar con el Mesías prometido, pero asustados por lo que “les iba pierna arriba”, debido al peligro que implicaba seguir el camino de Jesús. Él lo había anunciado: “El Hijo del Hombre tiene que sufrir mucho y ser rechazado por las autoridades judías, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Lo condenarán a muerte, pero tres días después resucitará.” (Lc 9,22).

Jesús vivía desde ya su pasión. Camino a Jerusalén, sabía que las cosas no iban a ser fáciles. Pero no podía regresar, tenía que continuar y ser fiel a Dios, a su pueblo y a su causa. La transfiguración más que un espectáculo, es un destello de luz en medio de la oscuridad, una voz de esperanza en medio de la persecución y el miedo al fracaso. Manifiesta que la victoria hace presente en el camino de la cruz, y que la cruz y la muerte no tienen la última palabra. Que la ruidosa victoria de quienes imponen con sevicia cruces a otros seres humanos, para defender sus intereses, no durará para siempre.

Lucas nos presenta dos personajes claves en la historia del pueblo de Israel: Moisés, líder del éxodo y a quien se atribuye la promulgación de la ley de Dios, y Elías, precursor del profetismo. La ley y los profetas. Lo cual garantiza que el trabajo de Jesús está avalado por toda la tradición del pueblo de Israel y por el mismo Dios que hizo historia con él. Jesús hablaba con estos dos personajes, es decir estaba en comunicación constante con ellos.

Con la figura de Moisés presente en el diálogo, Jesús es presentado como el promotor de un nuevo pueblo y el constructor de una nueva humanidad. Para ello es necesario vivir un nuevo éxodo de salvación; enfrentar el mar rojo y un inmenso desierto con todas sus amenazas, y caminar hacia “la tierra prometida”, impulsados por la gracia de Dios, y conducidos por una nueva Ley: el Amor misericordioso. Con la figura de Elías se recoge la tradición profética del pueblo, y toda su lucha a favor de la justicia y el derecho para tantos empobrecidos a quienes los poderosos condenaban a vivir indignamente. Las causas de Moisés y Elías asumidas por Jesús, lo pusieron en conflicto con el poder corrupto de su época.

Por eso Moisés y Elías hablaban sobre la muerte de Jesús que sería consumada en Jerusalén, centro del poder. Ante el peligro inminente de la muerte que representaba continuar el camino, Pedro quiso evitarlo: “Maestro, ¡qué bueno que estemos aquí! Vamos a hacer tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.” Pero nos dice el evangelista que “no sabía lo que decía”;  es decir, que no había comprendido el camino de Jesús. Vuelve y juega lo mismo que denunciaba Pablo en la carta a los Filipenses: Cristo sí, la cruz no.

En esta tentación de Pedro hemos caído muchas veces en la Iglesia, cuando convertimos la oración en una válvula de escape por temor a enfrentar la realidad de la vida, con sus riesgos y todo; cuando buscamos a Cristo, pero no estamos dispuestos a asumir su causa con sus consecuencias: la cruz. Cuando nos dejamos invadir por el miedo a enfrentar el mundo y a buscar cambios, y nos refugiamos en el antiguo sofisma de distracción: “Más vale malo conocido que bueno por conocer”.

A veces los compromisos y los deseos por un mundo mejor, se quedan en una falsa promesa de momento. Cuando logramos cierta estabilidad corremos el riesgo de instalarnos y anquilosarnos en nuestros puestos. Entonces para defender nuestro pellejo renunciamos a todo aquello por lo cual decíamos luchar y dar la vida. Caemos en la tentación de Pedro: nos “enchozamos” y adiós utopías, adiós grandes ideales, adiós servicio, adiós entrega, adiós cruz; y por lo tanto, adiós Cristo y adiós Evangelio.

Constantemente tenemos la tentación de Pedro y también constantemente tenemos la invitación del Evangelio: “Este es mi hijo elegido, escúchenlo.” Es preciso que todos los días nos dejemos invadir por la nube, es decir, por la presencia de Dios que nos impulsa a seguir el camino de Jesús. Necesitamos una profunda experiencia de oración, no para enchozarnos y huir de la realidad, no para refugiarnos porque tomar la cruz nos aterra, sino para tomar fuerzas y vivir nuestro propio éxodo, en el cual enfrentemos todo aquello que condena al ser humano a vivir esclavizado. Con la cruz de Cristo hacia la resurrección y la vida, hacia la victoria final.

 

Oración

Padre y Madre Dios fuente de vida y de salvación, origen y meta de nuestra vida. Te damos gracias por la Alianza que realizaste con Abraham, con el pueblo de Israel y con toda la humanidad. Tú nos diste la tierra para vivirla, cultivarla y trabajarla. Tú bendices nuestro trabajo cotidiano y nos das abundantes frutos para recoger, compartir y disfrutar. Haz Señor que nosotros cumplamos a cabalidad esa alianza de vida y de libertad. Que sepamos trabajar con un espíritu firme, noble y sereno, con energía, confianza y alegría porque tú siempre nos bendices abundantemente. Infunde en nosotros una conciencia ecológica que nos ayude a hacer nuestro el clamor de nuestra madre tierra y danos la capacidad de trabajar para protegerla. Concédenos la sabiduría para desarrollar proyectos auto sostenibles que cuiden esta casa común que nos diste con amor.

Señor Jesucristo, amigo, hermano y salvador nuestro. Te damos gracias por toda tu entrega, tu lucha, tu trabajo decidido, generoso y fiel hasta las últimas consecuencias. Nos unimos a ti, a tu camino de salvación, a tu trabajo por el Reino de Dios y su justicia, y a tu cruz, como consecuencia del compromiso contigo. Nos unimos, como tú, a toda la tradición histórica del pueblo de Israel, a Moisés y a Elías. Nos unimos también a todos los hombres y mujeres que a lo largo de nuestra historia, han marcado camino de verdadera libertad y madurez humana, de auténtica espiritualidad y comunión en el amor.

Señor Jesús, transfigúranos a tu imagen y haznos, como tú, auténticos hijos en nuestra manera de hablar y de obrar. Que la fuerza de tu Espíritu nos conduzca siempre y nos de la capacidad de escucharte, seguirte y ser testigos de tu salvación. Que la gracias de tu Espíritu nos de la fuerza para enfrentar y salir victoriosos de todos nuestros obstáculos, para gloria tuya y bien nuestra. Todos nuestros anhelos, sueños e ilusiones, las presentamos con confianza a ti, amas e invita a amar, que recibes la vida del Padre y la comunicas por medio del Espíritu, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Formato para imprimir Comentarios al autor: neptalidv@yahoo.com

 

Todo el material de esta publicación está libre de restricciones de derechos de autor y puede copiarse, reproducirse o duplicarse sin permiso alguno.  Sólo tiene que hacer una oración por las vocaciones redentoristas del Caribe.

 

¡Predicar el Evangelio de un modo nuevo! Renovada esperanza,, renovados corazones, renovadas estructuras para la misión.                                                                                                                               ¡Predicar el Evangelio de un modo nuevo! Renovada esperanza,, renovados corazones, renovadas estructuras para la misión.

| Referencias (0)


 

Homilia para el Domingo de Cuaresma Ciclo C

Enlace permanente 18 de Febrero, 2010, 23:39

EN CAMINO

Tiempo de Cuaresma, ciclo “C”

 

I Domingo

 

Autor: Neptalí Díaz Villán; C.Ss.R.                            Fuente: www.scalando.com

 

-          1ra lect.: Jr 1, 4-5.17-19

-          Sal 70

-          2da lect.: 1Cor 12,31 - 13,13

-          Evangelio: Lc 4,21-30

Memoria histórica

El texto del Deuteronomio que hoy leemos es uno de los credos más antiguos del pueblo de Israel. Lo más posible es que corresponda a la época exílica o post-exílica. Es decir, durante o después del tiempo cuando el pueblo de Israel estuvo extraditado en Babilonia (586 – 537 a.C.). Lo llamamos credo porque es una confesión de fe acerca de la acción salvífica de Dios en la historia humana.

 

Una persona o un pueblo que desconoce su historia es como un árbol sin raíces o un edificio sin bases. Está abocado a repetir los mismos errores del pasado, a despreciar la lucha de su ascendencia y a sucumbir, víctima de su propia mediocridad. Una de las características del hombre post-moderno, es precisamente su poco interés por la historia y por todo aquello que implique esfuerzo y sacrificio. El hombre post-moderno prefiere las cosas prácticas, fáciles y rápidas.

 

El ser humano olvida con mucha facilidad, sobre todo cuando ha pasado de la miseria a la abundancia. Muchos pueblos que hace unos años vivían en la miseria y hoy hacen parte del primer mundo, como España e Italia, se olvidaron de su historia y hoy miran con desdén a los pueblos latinoamericanos. Precisamente a quienes acogieron a muchos de sus connacionales que huían de la guerra o del hambre, y buscaban mejor destino en estos lados.

 

Algunas personas pobres que lograron por algún medio cierto status y capacidad económica, son quienes más desprecian y explotan a sus hermanos. Algunos padres de familia que pasaron una niñez difícil, y tuvieron que trabajar fuerte para progresar, hacen hasta lo imposible para ofrecerles a sus hijos todo lo necesario y hasta más, con el fin de evitarles las fatigas y sufrimientos que a ellos les tocó vivir. Muchos de estos niños y jóvenes crecen como en una caja de cristal, totalmente protegidos y dependientes. Se convierten en personas duras de corazón, miedosas e incapaces de hacer compromisos serios por su vida y por los demás. Se avergüenzan del pasado de sus padres y hasta preferirían tener otro apellido de más tradición.

 

Este credo deuteronomista quiere mantener viva la memoria histórica en el pueblo. Para que el pueblo valore y agradezca la entrega de sus antepasados y la acción de Dios en él. Para que no desprecie a los más pobres, pues él mismo fue pobre y esclavo. Para que acoja a los forasteros, pues él fue forastero en otros países. Para que comparta solidariamente con los hambrientos, pues él también pasó hambre. Para que no se convierta en explotador, pues él también fue explotado. Para que en tiempo de crisis luche por estar mejor, pues la voluntad salvífica de Dios es la plena libertad y la felicidad para sus hijos.

 

Vale la pena que como personas, como familia y como pueblo, mantengamos viva nuestra memoria histórica. Que profesemos nuestra fe con toda convicción y elaboremos nuestros credos[1] personales, familiares y comunitarios con nuestra propia historia de salvación.

 

El Salmo de la protección “mágica”.

Nuestra vida religiosa se limita muchas veces a la realización de algunas prácticas mágico religiosas, de las cuales esperamos respuestas prácticas para cumplir nuestros deseos. Hay santos para todos los gustos: Santa Lucía para curar los ojos, San Antonio para encontrar la pareja ideal y San Pancracio para conseguir trabajo. De San Judas Tadeo y de Santa Marta dicen que son para las causas imposibles…

 

Hay también muchas representaciones de Jesús a las cuales les atribuyen acciones milagrosas: El Señor de los Milagros, El Divino Niño, El Santo Ecce Homo, El Señor Caído, El humilladero, etc. De María, todas las que usted quiera y para todos los gustos. Además, de vez en cuando resulta algún “alma pía”  despistada diciendo que la virgen se le apareció en una fuente, en una roca, en una pared vieja, en el pan que guardaba hacía 20 días, en una arepa, en un buñuelo, en fin… ¡no hay quien controle semejante locura! Hay asimismo oraciones para toda ocasión: la oración a la mano poderosa para lograr cosas maravillosas, a la sangre de Cristo que tiene gran poder, la del ánima sola para alejar a las personas indeseadas, el rosario a la misericordia, la coronilla de la virgen… en fin… Aquí hay de todo, como en botica.

 

Entre esas oraciones mágicas se encuentra el famoso salmo 91 que hoy proclamamos. Cuando era niño me la enseñó un anciano primo, en cuarto o quinto grado, que trabajaba en mi casa. En la espalda no le cabía una cicatriz más y tenía en sus brazos varias marcaciones con su nombre: Gratiniano Ramírez Villán. Me contó que lo habían marcado como marcan una res, cuando estuvo en la cárcel, considerado como un hombre peligroso pues le había tocado dar muerte a unos cuantos. Cuando me la enseñó me dijo que esa oración lo había protegido de tantos enemigos que había ganado por estar en malos pasos. Que la aprendiera y la rezara todos los días, sobre todo cuando caminara de noche para que no me picaran las culebras ni me comiera el tigre, y para dominar a todos los enemigos. Que era especial para alejar la mala suerte y atraer el amor; para dominar los malos espíritus, y en general para todo tipo de protección.

No es mi intención hacer burla de la piedad popular, ni pretendo decir que todas esas prácticas son totalmente falsas. Muchas personas se acercan a Dios y a su proyecto de vida por medio de estos recursos pedagógicos. Muchas personas después de una peregrinación a algún santuario transforman radicalmente su vida y caminan con Jesús. Muchos devotos de María y de los santos viven de manera auténtica su fe.

El problema es cuando mi fe no va más allá de estas prácticas piadosas y cuando convierto los recursos pedagógicos en fetiches, y las oraciones en conjuros con atribuciones mágicas. El problema es cuando soy incapaz de seguir un proyecto de fe que comprometa mis intereses, mi trabajo y toda mi vida. El problema es cuando llevo una vida superficial, egoísta y mezquina, y utilizo la fe no como un medio para crecer como ser humano sino para sustentar mi mediocridad existencial.

 

¿Acaso es suficiente tener la casa llena de imágenes? ¿Rezarle a Jesús, a María y a los santos para que me ayuden, indican que soy una persona con una fe auténtica? “No todo el que dice Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos” (Mt 7,21) ¿Porque tengo una inmensa Biblia sobre un gran atril en medio de la sala, abierto en el Salmo 91, soy un buen cristiano? En el evangelio que hoy leemos, el mismísimo diablo cita el salmo 91 para tentar a Jesús. “Finalmente lo llevó a Jerusalén, lo colocó en el lugar más alto del templo y le dijo: Si de veras eres el Hijo de Dios, tírate de aquí. Porque la escritura dice: `A sus ángeles dará órdenes para que te guarden´  y también `Te llevarán en sus palmas, para que tu pie no tropiece en la piedra`. (Sal 91,11-12)” (Lc Lc 4,9-11). Veamos cómo un texto de la Biblia puede ser utilizado de manera diabólica, para justificar actitudes malignas y perturbadoras para la vida.

 

Jesús, que vivía una fe auténtica y que de tonto no tenía nada, citó otro texto bíblico apropiado para el momento: “Está mandado: `No exigirás pruebas al Señor tu Dios` (Dt 6,16).” (Lc Lc 4,12).

 

El Salmo 91 sí es de protección y lo podemos orar con confianza para que el Señor nos proteja. Pero enmarcado dentro de un camino de fe que implique toda la vida. Veamos esta pequeña frase condicional: “Se puso junto a mí: lo libraré” (Sal 91,14ª). Ponerse junto a la otra persona es estar dispuesto a acompañarlo, a caminar con ella, a compartir la vida, a defender su causa. Esa fue la promesa que Jesús le hizo a sus discípulos en la despedida: “Yo estaré con ustedes hasta la consumación de la historia” (Mt 28,20). “Cuando venga el Paráclito que les enviaré desde el Padre, por ser él el Espíritu de verdad que procede del Padre, dará testimonio de mí… Les conviene que yo me vaya, porque mientras no me vaya, el Paráclito no vendrá a ustedes. Yo me voy, y es para enviárselo” (Jn 15,26.16,7). El Paráclito (parácleetos en griego), es el que está al lado de, junto a, para defenderlo, para consolarlo, para apoyarlo, para caminar con él. Es el protector, el abogado, el compañero, el amigo que nunca falla. ¿Estamos realmente al lado y del lado de Dios y de su causa? o, ¿buscamos una protección mágica alejada de todo compromiso con la causa de Dios?

 

“… lo protegeré porque conoce mi nombre, me invocará y lo escucharé” (Sal 91,14b) Conocer, en la Biblia, es tener un contacto profundo, íntimo y duradero con la persona o el objeto conocido. Por eso la Virgen María, cuando el ángel del Señor le dijo que iba  a tener un hijo, ella le respondió que no había conocido varón (Lc 1,26-34). El nombre es la identidad y la misión de una persona. Por ejemplo, Juan significa Dios es misericordia; Emmanuel, Dios con nosotros, y Jesús, el Salvador. Conocer el nombre de Dios es vivir constantemente en su presencia, dejarse conducir por Él y experimentar su salvación. Comprender que Él es Yahvé (en hebreo JHVH), es decir, el Dios que salva, el Dios que libera; el que ha sido, es y será: el “YO SOY” (Ex 3,14). ¿Conocemos realmente el nombre de Dios?

 

“Con él estaré en la tribulación, lo defenderé, lo glorificaré.” (Sal 91,15b.16b) Dios no nos promete librarnos de toda tribulación y de todo sufrimiento. Nuestra vida continúa y con ella los obstáculos, alegrías y dolores. Él nos promete estar a nuestro lado en la tribulación y no dejarnos tirados en medio de la más dura batalla. Glorificar es dar la salvación y reconocer la bondad que hay en las obras de una persona. Jesús es por excelencia el glorificado por Dios porque fue fiel desde el principio y porque con su vida dio gloria al Padre: “Padre, ha llegado la hora; ¡glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te dé gloria a ti” (Jn 17,1). ¿Damos gloria a Dios con nuestra vida y permitimos que Dios nos glorifique?

 

 

El Espíritu lo llevó al desierto

Más que un acontecimiento histórico, el evangelio de hoy nos presenta a Jesús sometido a la prueba, como todos los seres humanos. Esta experiencia no fue circunstancial sino existencial. Es decir, durante su vida Jesús experimentó las tentaciones.

 

El Espíritu fue quien lo condujo al desierto. Lucas resalta muchas veces a Jesús conducido por el Espíritu (Lc 1,35;3,22;4,1.18). Cabe aclarar que entendemos por Espíritu no como todo lo opuesto a lo humano, sino como la fuerza que dinamiza y da plenitud a la vida. El amor de Dios que acompaña al ser humano y es garantía de fidelidad y realización.

 

Allí en el desierto se encontró con Dios y con él mismo. Tuvo la oportunidad para experimentar las limitaciones humanas, el cansancio y el hambre. Allí en su llana realidad, experimentó la tentación. Las mismas tentaciones que tuvo el pueblo de Israel en el desierto, camino a la tierra prometida, en las cuales cayó débilmente (Ex 17,7; Dt 9,22). Con una gran diferencia: Jesús se mantuvo siempre fiel. Se comportó como el verdadero hijo de Dios y confirmó las palabras del bautismo: “Este es mi hijo muy amado en quien me complazco” (Lc 3,22b).

 

Aquí tenemos tres necesidades humanas convertidas en tentación: alimentación, mando y valoración. Tenemos una natural necesidad de alimentación. Jesús no se opone a la comida como satisfacción de una necesidad y como placer compartido en comunidad. Muchas veces compartió la mesa con todo tipo de personas; la misma eucaristía es una comida.

 

El problema es cuando la comida, así como la satisfacción de otras necesidades reales o creadas, las convertimos absolutas. Entonces buscamos a toda costa el placer por el placer, la primacía del confort y la comodidad. Nos volvemos esclavos de las últimas tendencias en todo, de las apariencias y del glamour de moda. Todo esto ahoga la vida familiar, el contacto personal y nos arrastra a llevar una vida plástica y carente de sentido. Jesús comprendió muy bien que la comida era importante, pero que no sólo de pan vivía el hombre.

 

Como una necesidad de autoafirmación queremos mandar sobre algo. El niño sobre sus juguetes, el joven sobre su computador, la ama de casa sobre su cocina, el pastor sobre su hato de ovejas, la señora soltera sobre su perrito, o el señor soltero sobre su gato. El problema es cuando para sentirnos vivos, necesitamos mandar y controlar hasta la más mínima movida de un catre. Cuando convertimos el mando en tiranía insaciable, muchas veces camuflado de amor de padres o de esposos; de amor por la causa de un país, de una institución o de una Iglesia: Mesianismo político o religioso.

 

Para el evangelio es claro que en ese momento histórico el poder político estaba totalmente corrompido y en manos diabólicas. Los gobernantes eran adoradores del diablo. Ese era el precio que pagaban por llegar al poder. Luego le dijo: `Yo te voy a dar el poder sobre todos estos reinos y toda su gloria, porque a mí me pertenecen y se los doy a quien quiero. Si te arrodillas y me adoras, todo eso será tuyo`.” Jesús tuvo la tentación del poder, pero supo comprender que para ser un verdadero Hijo debía convertirse en servidor, como así lo hizo. “El Hijo del hombre no vino a ser servido sino a servir y dar su vida en rescate por muchos.” (Mt 20,28).

 

Todos necesitamos ser amados, valorados y tal vez admirados. Por algo García Márquez dijo: “escribo para que mis amigos me quieran”. El problema es cuando necesitamos que todos hablen bien de nosotros y que todo el mundo nos alabe para ser felices. Cuando aparentamos una sonrisa siempre fresca y ofrecemos una mano siempre abierta a todo el mundo, sin reconocer que a veces tenemos arrugada el alma y sin tener en cuenta que podemos estar haciendo pactos con el diablo. El problema se agrava cuando convertimos en enemigo a todo aquel que nos hace una crítica, lo calumniamos y lo perseguimos.

 

Jesús nunca actuó para que lo vieran y lo aplaudieran. Siempre se dejó conducir por el Espíritu y su móvil para actuar fue la misericordia. Compartió la mesa, dio pan a los hambrientos, enseñó con su palabra y su testimonio, curó los enfermos y corrigió el error, aunque sabía que con eso ganaría enemigos. Todo lo hizo siempre, siempre para servir, para liberar, para mostrar el camino de la salvación; nunca por prepotencia, nunca para mostrarse, nunca para dominar con su poder. Definitivamente, fue fiel hasta el final.

 

Ya estamos en la Cuaresma. Tiempo hermoso de cuarenta días para vivirlos con Jesús, iluminados por la fuerza del Espíritu. Para irnos al desierto de nuestra existencia y adentrarnos en nuestra historia personal, familiar y comunitaria. Para escudriñar nuestra naturaleza humana y revisar nuestras propias caídas e infidelidades. Para hacer nuestro propio éxodo salvífico y reconstruir nuestra vida, en apertura continua a los hermanos y al Padre Dios.

 

Tiempo hermoso para analizar cuantas caídas hemos tenido, cuantos caminos equivocados hemos tomado, cuántas injusticias hemos cometido y cuanto amor hemos dejado de dar. Para convertirnos, cambiar de camino y volver a la casa del Padre, como el hijo pródigo, que leeremos dentro de ocho días. Para reconciliarnos con el hermano, con el vecino, con la naturaleza y con nosotros  mismos.

 

Tiempo hermoso para alejarnos de las ruidosas y tentadoras propagandas que nos invitan a un consumo desenfrenado, de espaldas a Dios y a los hermanos. Para superar los bajos impulsos de poder y aparecer que nos trastornan y nos hunden en una vida vacía. Para escuchar a la voz Dios manifestada en las personas que nos aman y caminan con nosotros, y su grito presente en los empobrecidos. Grito que nos cuestiona y nos invita a ponernos al lado de los que sufren, así como Él siempre está al lado de nosotros para conducirnos a una tierra que mana leche y miel. ¡Vivamos la cuaresma y ella nos ayudará a vivir mejor!

 

Para la oración Universal

 

Hoy vamos a responder “Te la expresamos, Señor”.

  1. Nuestra alegría por recordar, en la lectura del evangelio de hoy, que Jesús fue plenamente humano y experimentó nuestras mismas tentaciones… te la expresamos, Señor.

  2. Nuestra admiración hacia Jesús, que permanece como modelo de Persona Nueva, incorruptible, firme ante el mal, fuerte ante la tentación… te la expresamos, Señor.

  3. Que queremos preocuparnos no sólo por el pan, sino por toda Palabra que sale de tu boca… te lo expresamos, Señor.

  4. Que queremos tener un corazón incorruptible que, ni por todo el oro del mundo, sea capaz de vender su conciencia… te lo expresamos, Señor.

  5. Que no queremos “tentar a Dios, ni ponerte a nuestro servicio… te lo expresamos, Señor.

Que queremos vivir esta Cuaresma, como “tiempo litúrgico fuerte” que es, unidos a la comunidad cristiana dispersa por todo el mundo, en espíritu de reflexión, oración y compromiso, preparando la celebración anual de la Pascua… te lo expresamos, Señor.

 

Oración comunitaria

            Dios, Madre-Padre nuestro, que en Jesús nos has dado un modelo de persona completa y lograda, en lucha contra el mal y plenamente humana, tentada pero victoriosa. Queremos seguir ese modelo de firmeza y fidelidad, de humanidad y fortaleza, de fidelidad a ti y a los hermanos. Te lo pedimos a Ti que vives y haces vivir, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Formato para imprimir Comentarios al autor: neptalidv@yahoo.com

 

Todo el material de esta publicación está libre de restricciones de derechos de autor y puede copiarse, reproducirse o duplicarse sin permiso alguno.  Sólo tiene que hacer una oración por las vocaciones redentoristas del Caribe.

Mensaje del Papa para la Cuaresma

"La justicia de Dios manifestada en la fe en Cristo"

Noticias desde  Haití.

A pesar de los edificios destruidos, las parroquias haitianas socorren a las víctimas del terremoto

Un novicio a la espera de noticias sobre su familia


El Real Madrid colabora en la reconstrucción de la escuela San Gerardo destruida por el terremoto de Haití

| Referencias (0)


 

Noticias desde Haiti

Enlace permanente 16 de Febrero, 2010, 14:03

Mensaje del Papa para la Cuaresma

"La justicia de Dios manifestada en la fe en Cristo"

Noticias desde  Haití.

A pesar de los edificios destruidos, las parroquias haitianas socorren a las víctimas del terremoto

Un novicio a la espera de noticias sobre su familia


El Real Madrid colabora en la reconstrucción de la escuela San Gerardo destruida por el terremoto de Haití

Así ha quedado la imagen de Cristo crucificado, roto, entre escombros de le iglesia y parroquia de San GerardoAsí ha quedado la imagen de Cristo crucificado, roto, entre escombros de le iglesia y parroquia de San Gerardo de los padres redentoristas en Puerto Príncipe (Haití) tras el reciente terremoto. En el Colegio San Gerardo, anejo a la parroquia, de los 1.200 niños que van a este colegio, los 300 que a la hora en que aconteció el terremoto estaban en las clases, murieron todos juntamente con el profesorado al desmoronarse enteramente el edificio del colegio, poco ha inaugurado gracias a la ayuda de una ONG de redentoristas de España.
Se diría que Cristo quiso unirse a todos los muertos en tal desgracia cayendo Él roto también entre los escombros de la iglesia.
Llorando desde España, y unido en oración a mis hermanos redentoristas de Haití, de cuya nación es Patrona la Virgen del Perpetuo Socorro,
dedico en emoción de pésame fraternal este soneto.

Cristo Roto

En San Gerardo, Tú, el Crucificado,
erguías en la cruz alta tu muerte.
Venían a rezarte, a oírte, a verte
los que en Haití al mirarte habían llorado.

Hoy por el terremoto, derribado
entre escombros, quisiste una igual suerte
a la de niños muertos, y así, inerte,
yaces entre ellos y el profesorado.

Yo me pongo a llorar con las estrellas,
mezclando con sus lágrimas mi llanto,
que me llueva del cielo como el de ellas;

que en los mares no hay agua para tanto
luto como el temblor dejó en sus huellas,
convirtiendo así a Haití en un camposanto.

ASTOR BRIME
Generoso García Castrillo, C.Ss.R.

| Referencias (0)


 

Moniciones para el I Domingo de Cuaresma Ciclo C

Enlace permanente 16 de Febrero, 2010, 11:51

Moniciones para a Misa

Por Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

 

Tiempo de Cuaresma

 

I Domingo

“Fidelidad em la prueba”

Lecturas:

-          1ra lect.: Dt 26,4-10

-          Sal 90

-          2da lect.: Rom 10,8-13

-          Evangelio: Lc 4,1-13

17 de febrero de 2010

Monición de entrada

 

La Cuaresma parece resonar como una trompeta, como un gran despertador que se escucha en todo el mundo: para que despertemos, para que cambiemos nuestra vida, para que nos convirtamos a los caminos de Dios.  Es un largo camino de purificación y de preparación, para poder participar dignamente en la plenitud del don transformador de la Pascua.  Presten atención a los textos bíblicos de hoy; están aptos para ayudarnos a captar el sentido y la orientación de ese camino.

 

Primera lectura: Deuteronomio 26, 4-10 (Profesión de fe al ofrecer las primicias)

 

 

Esta breve lectura, tomada del Deuteronomio, contiene una hermosa profesión de fe.  Las características principales de este “credo” es que la fe de los israelitas no se expresa con conceptos, sino por medio del reconocimiento de la acción de Dios en la historia.  Escuchen atentos.

 

Segunda lectura: Romanos 10, 8-13 (Profesión de  fe del que cree en Jesucristo)

 

Escribiéndole a los romanos, también san Pablo hace una profesión de fe, en esta ocasión con más motivo todavía, porque Dios nos ha mostrado su cercanía enviándonos a Cristo.  Éste es el camino ofrecido generosamente para salvarse.  Presten mucha atención a este pasaje.

 

Tercera lectura: Lucas 1-13 (Tentaciones de Jesús en el desierto)

 

San Lucas expresa en forma de narración el proceso interior de Jesús en tres tentaciones representativas.  El relato de las tentaciones presenta a Jesús como el que quiere enfrentar al mal, personificado en el texto en la figura del diablo.  Les pido que se pongan de pie para que escuchemos la Buena Noticia de hoy.

 

Oración Universal:

 

  1. Por la Iglesia; para que fortalecida con el pan de la palabra de Dios, no caiga en la tentación de confiar en poderes y medios extraños a su misión en el mundo, roguemos al Señor.

  2. Por los grupos catecumenales y por todos los creyentes que toman en serio la catequesis de adultos; para que crezcan y maduren en la fe, roguemos al Señor.

  3. Por los pueblos subdesarrollados, incapaces, por carencias de medios, de solucionar sus graves problemas; para que encuentren la ayuda fraterna de los países más desarrollados, roguemos al Señor.

  4. Por nosotros, aquí reunidos, que hemos escuchado “no sólo de pan vive el hombre”; para que se nos despierte el hambre de la palabra de Dios, roguemos al Señor.

  

Exhortación final

(Tomado de B. Caballero: La Palabra Cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 448)

 

Gracias, Padre, porque el ejemplo de Cristo en el desierto

es un estímulo para vencer con él nuestra innata debilidad.

Gracias también porque poseemos ya las primicias de tu Espíritu.

Pero gemimos en nuestro interior anhelando nuestro rescate

del mal que quiere dominarnos con la perenne tentación

del consumismo, la religión interesada y los ídolos modernos.

 

Danos fuerza, Señor, para vencer esta atmósfera de pecado,

para serte fieles con Cristo en las pruebas de la vida diaria,

para renovar siempre y cada día nuestra opción bautismal,

para emprender en esta cuaresma el camino hacia la pascua.

No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.

 

Amén.

 

Todo el material de esta publicación está libre de restricciones de derechos de autor y puede copiarse, reproducirse o duplicarse sin permiso alguno.  Sólo tiene que hacer una oración por las vocaciones redentoristas del Caribe.

 

Comunícate conmigo: Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

Formato para imprimir

| Referencias (0)


 

Mensaje del Papa para la Cuaresma

Enlace permanente 16 de Febrero, 2010, 11:51

Mensaje del Papa para la Cuaresma

"La justicia de Dios manifestada en la fe en Cristo"

 
Autor: Zenit.org
La Cuaresma también implica el ayuno mediático o de las críticas

Mensaje del Santo Padre para la Cuaresma 2010

"La justicia de Dios se ha manifestado por la fe en Jesucristo"

Autor: S.S. Benedicto XVI | Fuente: Vatican Information Service

Se ha publicado hoy el Mensaje de Benedicto XVI para la Cuaresma 2010. El texto, fechado el 30 de octubre de 2009, lleva por título la siguiente afirmación de San Pablo en su Carta a los Romanos: "La justicia de Dios se ha manifestado por la fe en Jesucristo". Sigue el documento íntegro en su versión española:

http://www.scalando.com/Liturgia/cuaresma/reflexiones/cicloC/mensaje_del_papa_2010.htm

| Referencias (0)


 

Moniciones para el miercoles de Ceniza - Tiempo de Cuaresma - Ciclo C

Enlace permanente 15 de Febrero, 2010, 2:48

Moniciones para a Misa

Por Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

 

Tiempo de Cuaresma

 

Miércoles de Ceniza

“Em camino hacia la Pascua”

Lecturas:

-          1ra lect.: Dt 26,4-10

-          Sal 90

-          2da lect.: Rom 10,8-13

-          Evangelio: Lc 4,1-13

17 de febrero de 2010

Monición de entrada

 

Hoy la Iglesia inicia el Tiempo de Cuaresma, tiempo de gracia y compasión.  La cuaresma es una invitación: a renovar nuestro compromiso Bautismal por medio de la oración, una oración que sea más profunda, a una penitencia comprometida, individual y comunitaria, al amor en solidaridad con los más necesitados.  La imposición de la ceniza es llama a convertirnos, a creer en el Evangelio, a caminar hacia la Pascua y acompañar a Cristo en su camino de Cruz y Victoria pascual.

 

Primera lectura: Joel 2, 12-18 (Conviértanse al Señor, su Dios)

 

 

El profeta Joel nos presenta la cercanía del día del Señor.  De ahí la importancia del llamado a la conversión.  La conversión no debe ser sólo externa.  No hay que rasgar (romper) las vestiduras, sino el corazón.  Es un moviendo de retorno al Dios Creador y Salvador por medio de la oración, el ayuno y los actos de penitencia.

 

Segunda lectura: II Corintios 5, 20.6,2 (Ahora es tiempo de gracia y salvación)

 

El Apóstol Pablo se nos presenta en esta lectura como embajador de Cristo.  El de Cristo es la reconciliación.  Cristo entregó su vida por los pecadores.  No podemos despreciar ese don.  “Déjense reconciliar con Dios”.  También nos recuerda que “Ahora es el tiempo de gracia”.  Escuchemos a san Pablo hablándoles a los Corintios.

 

Tercera lectura: Mt 6, 1-6.18 (Limosna, oración y ayuno)

 

Las tres obras buenas de un buen judío eran: 1ra- La limosna, 2da- La oración y 3ra- El ayuno.  El Evangelio de hoy trae el tema de la verdadera religiosidad, el nuevo espíritu que debe animar al cristiano.  Cristo nos insiste en la INTERIORIDAD de espíritu cuando practicamos el ayuno, la oración y cuando damos limosna.  Escuchemos la Buena Noticia de hoy, según san Mateo.

 

Oración Universal:

 

  1. Por la Iglesia; para que, escuchando la palabra de Dios y perseverando en la oración, llegue a celebrar con sinceridad la Pascua, roguemos al Señor.

  2. Por los que sufren hambre; para que nuestro ayuno de este día les procure el alimento necesario, roguemos al Señor.

  3. Por los que viven sin fe; para que abran su corazón al don de la fe, roguemos al Señor.

  4. Por nosotros que hemos recibido la ceniza; para que tomemos en serio la oración, la limosna y el ayuno, comprendiendo su sentido, y no echemos en saco roto la gracia de Dios, roguemos al Señor.

  

Exhortación final

(Tomado de B. Caballero: La Palabra Cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 93)

 

Señor, hoy nos recuerdas que somos pecadores,

invitándonos a la conversión radical de nuestras vidas.

Hoy nos dices: Conviértanse y crean el evangelio.

Es una consigna de liberación de todo lo que nos degrada.

He aquí la tarea de la cuaresma en camino hacia la pascua.

 

La ceniza es garantía de resurrección del hombre nuevo.

Queremos despojarnos de la hipocresía que nos corroe:

que sepamos buscarte y agradarte en lo secreto.

 

Queremos rehacer nuestra opción bautismal

para llegar a la noche de la vigilia pascual

como hombres y mujeres nuevos, renacidos de tu Espíritu.

 

Amén.

 

Todo el material de esta publicación está libre de restricciones de derechos de autor y puede copiarse, reproducirse o duplicarse sin permiso alguno.  Sólo tiene que hacer una oración por las vocaciones redentoristas del Caribe.

 

Comunícate conmigo: Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

Formato para imprimir

| Referencias (0)


 

Moniciones para el VI Domigo del Tiempo Ordinario- Ciclo C

Enlace permanente 8 de Febrero, 2010, 8:44

Tiempo Ordinario

 

VI  Domingo

“Felicidad em clave parádogica”

Lecturas:

-          1ra lect.: Jr 17, 5-8

-          Sal 1

-          2da lect.: 1Cor 15,12.16-20

-          Evangelio: Lc 6,17.20-26

14 defebrero de 2010

Monición de entrada

 

Nuestra sociedad confía demasiado en las cosas materiales y en la comodidad. En nuestros tiempos las personas del mundo se esfuerzan por sacar a Dios, su presencia e influencia de la vida pública y la cultura. Se trata de quitarle el lugar a Dios y dárselo a la materia, a las cosas, al dinero. Los creyentes, hijos de esta sociedad, podemos caer en la tentación de dejarnos llevar por la corriente, y sacar a Dios del centro de nuestras vidas. Pongamos todos nuestros sentidos a esta celebración. De pie para recibir la procesión con el cántico de entrada.

 

Primera lectura: Jeremías 17, 5-8 (Bendito quien confía en el Señor)

 

Jeremías  medita las máximas de los sabios de su pueblo Israel. Los jefes están confiados en su pacto con potencias humanas, pero fracasan por no apoyarse en la alianza con su Dios. El ser humano siempre tiene ante sí ese dilema: seguir el bien u obrar el mal. Es una tentación que hay que vencer. Confiar en las fuerzas humanas, solamente, está encaminado al fracaso.  Escuchen atentos.

 

Segunda lectura: I Corintios 15, 12. 16-20 (Si Cristo no resucitó, vana es nuestra fe)

 

San Pablo advierte que negar la resurrección de los muertos es negar la Resurrección de Cristo. En la resurrección se basa toda nuestra fe. Sin resurrección nada tiene sentido. Cristo fue el primero de todos. Como Él resucitó resucitaremos también nosotros. Presten atención.

 

Tercera lectura: Lc. 6, 17. 20-26 (Bienaventuranzas e imprecaciones)

 

San Lucas nos presenta hoy cuatro bienaventuranzas y cuatro maldiciones o malaventuranzas. Las bienaventuranzas que Jesús proclama exponen el espíritu del Reino de Dios. Nuestra actitud ante las cosas del mundo nos da la medida de nuestra creencia en Dios y en su Palabra. De pie por favor, entonamos el Aleluya y luego escucharemos la proclamación de la Buena Nueva de hoy.

Oración Universal:

Por la Iglesia; para que acierte en dar a sus bienes un destino pastoral y social, roguemos al Señor.

Por los que acumulan riqueza, insensibles al mundo de la pobreza; para que al menos sepan que los pobres están a la puerta y aguardan las migajas de su banquete, roguemos al Señor.

Por los pobres, los que pasan hambre, los que lloran, los despreciados; para que puedan entender las bienaventuranzas, roguemos al Señor.

Por los que dedican su vida a los necesitados; para que su dicha sea comprendida y su abnegación sirva de estímulo, roguemos al Señor.

Por nosotros, aquí reunidos; para que no caigamos en la tentación de confiar en el dinero, como supremo valor, roguemos al Señor.

Exhortación final

(Tomado de B. Caballero: La Palabra Cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 518)

 

Gracias, Señor Jesús, porque, proclamándolos dichosos,

Asignas el reino de Dios y devuelves la dignidad y la esperanza

A todos los que el  mundo tiene por últimos e infelices:

 

Los pobres y los humildes, los que lloran y los que sufren,

los que tienen hambre y sed inagotables de fidelidad a Dios,

los misericordiosos que saben perdonar a quienes les ofenden,

los que proceden con un corazón limpio, noble y sincero,

los que fomentan la paz en torno y desechan la violencia,

los que son perseguidos por servir a Dios y al evangelio.

 

Tú fuiste, Señor Jesús, el primero en realizar tal programa.

Tú eres nuestro ejemplo y nuestra fuerza.  ¡Bendito seas, Señor!

 

Amén.

 

Todo el material de esta publicación está libre de restricciones de derechos de autor y puede copiarse, reproducirse o duplicarse sin permiso alguno.  Sólo tiene que hacer una oración por las vocaciones redentoristas del Caribe.

 

Comunícate conmigo: Domingo Vásquez Morales, C.Ss.R.

Formato para imprimir

El próximo miércoles, es miércoles de ceniza, con el cual damos inicio al  Tiempo de Cuaresma.  Este es un tiempo de preparación para la Pascua.  Con la imposición de la Ceniza, iniciamos una estación espiritual particularmente relevante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para la vivir el Misterio Pascual: Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo Jesús, Señor de todos.

Este tiempo fuerte del Año Litúrgico está caracterizado por el mensaje bíblico que podemos resumir en una sola palabra: CONVERSIÓN.  Este imperativo categórico es propuesto a los fieles mediante el rito de imposición de a ceniza, el cual va acompañado de las palabras: “Conviértete y cree en el Evangelio” o “Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás”.

Es una invitación a todos a reflexionar acerca del deber de la conversión, recordándonos la ineludible caducidad y lo pasajero de nuestra fragilidad humana, sujeta a la muerte.

Queridos Hermanos y Hermanas, durante la Cuaresma, ayudados por la Palabra de Dios, meditemos cuán importante es que cada comunidad acompañe con comprensión y con cariño a aquellos hermanos y hermanas que envejecen. Además, todos debemos acostumbrarnos a pensar con confianza en el misterio de la muerte, para que el encuentro definitivo con Dios acontezca en un clima de paz interior, en la certeza que nos acogerá Aquel "que me ha tejido en el vientre de mi madre" (Sal 139,13b), y nos ha creado "a su imagen y semejanza" (Gn l, 26).

| Referencias (0)


 

Haití, hacia un verdadero kairós

Enlace permanente 1 de Febrero, 2010, 21:52

 Rep. Dominica

Provincia de San Juan

Puerto Rico

Haití, hacia un verdadero kairós

De:      Presidencia de la CLAR

Para:    Las/os Presidentas/es de las Conferencias Nacionales y todas/os las/os Religiosas/os de América Latina y El Caribe

Hermanas y Hermanos:

Les compartimos una lectura de la actual problemática de Haití, no técnica sino solidaria, hecha con los lentes del Horizonte Inspirador que aprobó la última Asamblea General de la CLAR para el trienio 2009-2012, con el deseo de sugerir perspectivas a la respuesta que se ha suscitado en el mundo y en la Iglesia.

1.    La magnitud de la catástrofe se ha ido precisando con datos relativamente cercanos a la realidad: 150.000 muertos, 200.000 heridos, un millón de haitianos sin hogar, tres millones de damnificados, además de la capital muchos pueblos y 5 ciudades afectadas hasta un 90% (Leogan, Petir Goave, Gressier, Carrefour, Jacmel); más de 100 representantes de la Iglesia se han ido a “la misión del cielo”, comenzando por el Arzobispo, Mons. Joseph Serge-Miot, y la Dra. Zilda Arns Neumann, entre sacerdotes, religiosas/os, laicas/os comprometidas/os, seminaristas; los solos salesianos perdieron, sepultados bajo los escombros del Colegio Don Bosco, por lo menos a 200 de sus alumnos.

2.    Poco a poco se ha ido pasando del caos generalizado a caminos de recuperación: el refuncionamiento del aeropuerto y del puerto marítimo de Puerto Príncipe; la reapertura de los bancos, los supermercados, las estaciones de servicio; la redistribución del gas…Por otra parte, este terremoto que “sacudió al mundo entero” ha generado una reacción extraordinaria con voluntarios, grandes sumas de dinero, miles y miles de toneladas de alimentos, agua, vestido, medicina… y la conciencia generalizada de que hay que reconstruir a la nación. Ya se calcula que la superación de la crisis y la recuperación del país necesitan entre 5 y 10 años. En este contexto cabe una pregunta trascendental, ¿hasta cuándo va a durar esta globalización de la solidaridad?, que se justifica en la fugacidad de otras reacciones, en parecidas circunstancias e incluso en la misma isla y en la deuda social que tiene el mundo entero con este pueblo.

3.    Cualquier tipo de respuesta ha de presuponer que el cataclismo de Haití había comenzado mucho antes, aún más, ha caracterizado toda su historia, en una situación alimentada por la pobreza, la injusticia, la corrupción, la explotación y la inestabilidad política: el casi 80% de sus 9 millones de habitantes vivía en absoluta pobreza, con sólo 2 dólares diarios para el sustento, todavía más, hasta el 56% con sólo 1 dólar; debía importar más del 50% de sus productos alimenticios, hasta ¾ partes de la población no disfrutaba de agua potable, contaba con un promedio de vida de 52 años promedio pues solo el 33.33% tenía acceso al sistema de salud, el nivel de analfabetismo se acercaba al 50%, la tasa del desempleo había llegado al 70% de la fuerza laboral; mientras que la población negra, 95%, seguía despeñándose hacia el empobrecimiento, sólo el 1% de mulatos francófonos y caucásicos, 5%, era el dueño de más de la mitad de las riquezas. No obstante el honor histórico de haber sido la segunda nación del continente en declarar su independencia, 1804, es hoy la más pobre, la más afectada por el VIH/ Sida, con la mortalidad infantil más alta, la más elevada tasa de peligro en los alumbramientos y quizás la más deforestada: sólo el 1.7% de los bosques sobrevive. Este medio ambiente degradado y su ubicación en zonas tropicales la hacen presa fácil de los desastres naturales: éstos dejaron entre 2001 y 2007 más de 18.000 muertos, 132.000 haitianos sin vivienda y 6.4 millones afectados; el sólo huracán del 2008, que duró 3 semanas, dejó 800 muertos, 700 desaparecidos, cerca de 1 millón de damnificados, 165.000 familias sin casas y la pérdida del 60% de las cosechas. La deuda externa había ascendido a 1.200 millones de dólares. No obstante, en 2008 la inflación disminuyó de un 40 a un 10% y el PIB aumentó en un 4%, cifras que también borró el sismo.

4.    Pero la verdadera hecatombe se ha dado en su túnel político: dos ocupaciones norteamericanas (1915-1934, 1994-1995), dos dictaduras Duvalier(1957-1971, 1971-1986), dos golpes y gobiernos militares (1986-1990, 2004-2005), dos abortos democráticos del sacerdote Jean Bertrand Aristide (1990-1994, 2000-2004), dos elecciones del actual presidente, René García Préval (1995, 2006). Este carrusel ha sido caldo de cultivo para la dominación extranjera, la violencia, la pasividad ciudadana y hasta el narcotráfico. Sombrío panorama que de alguna manera ha afectado a la República Dominicana, a donde en años recientes llegaron más de un millón de haitianos indocumentados. Este pueblo corajudo, solidario, generoso, inteligente, alegre tiene un proverbio que pinta la actual situación: “deye monn gen monn”, montañas más allá de las montañas!

5.    El Secretario General de la ONU y el Papa Benedicto XVI han insistido en “una solución duradera”, y en “una respuesta solidaria e institucional”, posibilitando que el acontecimiento de Haití se convierta en una gracia de Dios, en un kairós ¿Cómo lograrlo en “este país de cultura rica, economía pobre y política frágil”?

-       Con un sentido de pertenencia al mundo en que vivimos y a la fe que profesamos, porque la sostenibilidad de la respuesta depende de la vinculación a las instituciones a las que estamos ligados, para asegurar que ellas sean canales efectivos de solidaridad y que ésta beneficie efectivamente a los pobres.

-       Con la categoría salvífica, decantada por la CLAR durante los últimos trienios, de lo “inter”, es decir, la inter-relacionalidad, para asegurar la presencia de las diversas fuerzas y sus propias posibilidades de acción. La inter-disciplinariedad y la inter-responsabilidad de los gobiernos que tendrán que preocuparse por la recopilación y la honesta administración de los recursos económicos, y de la Iglesia que deberá dedicarse a la recuperación del tejido social que colapsó hace 15 días; la inter-culturalidad afanosa de los pueblos  que acuden, pero respetuosa de la raza haitiana, incluso en relación con el vudú, que la caracteriza y que no siempre riñe con la propuesta evangélica; la inter-congregacionalidad de la Vida Consagrada, para compartir recursos sobre todo humanos, institucionales y carismáticos, a favor de una presencia que ya es histórica pero que ahora se debe abrir a nuevos horizontes.

-       Con el mismo recorrido del Maestro desde su encuentro con la siro-fenicia hasta su transfiguración, porque proporciona un punto de partida en esta situación límite, y un punto de llegada en la pascua como entrega de la vida para ganarla. En este contexto la escucha se convierte en reacción a la Palabra, el discernimiento en respuesta a este signo de los tiempos, la compasión en caridad afectiva y efectiva, la revitalización en formación a todos los niveles y la transfiguración en un ideal, anticipo del “ya pero todavía no” de nuestro proyecto salvífico.

-       Con planes de acción que integren recursos humanos, apoyos financieros, soluciones creativas, protagonismo de los haitianos, formación de comunidades, escucha de la Palabra de Dios… y que garanticen el rompimiento del círculo de la miseria por medio de la alimentación, la educación, la salud, el trabajo…

El compromiso con Haití debe abrirse hacia un nuevo amanecer nacional y eclesial, pero sin dejar de dar respuesta a sus actuales clamores, “con el afán de quien tiene que ir a apagar un incendio”. Las/os religiosas de América Latina y El Caribe están dando una respuesta ejemplar, las conferencias nacionales han creado sus propios mecanismos de apoyo, la CONDOR se ha constituido en un puente directo de inmediata canalización, la CHR se va recuperando y la CLAR se mantiene dispuesta a animar y a apoyar esta compasiva cercanía. Cae de su peso el espacio que tendremos que darle en la ya cercana Junta Directiva de marzo.

Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Patrona de Haití, fortalezca a ese pueblo y a la Vida Consagrada de esa Iglesia, e ilumine y sostenga nuestra respuesta.

Presidencia de la CLAR

No hay duda que Clemente es un regalo de Dios para nuestra Congregación

Ser Redentorista según san Clemente Hofbauer

Se buscan misioneros, para info, llamar a Jesús

de las actividades de la
| Referencias (0)



Blog alojado en ZoomBlog.com

 

 

<<   Febrero 2010  >>
LMMiJVSD
1 2 3 4 5 6 7
8 9 10 11 12 13 14
15 16 17 18 19 20 21
22 23 24 25 26 27 28

Categorías
General [61] Sindicar categoría
Beatos [3] Sindicar categoría
En Camino [259] Sindicar categoría
Moniciones [389] Sindicar categoría
Reflexiones [20] Sindicar categoría
Santos [7] Sindicar categoría
Virgen María [9] Sindicar categoría